Los antibioticos para el acne son variados en su composición y en su vía de administración. Dependiendo de la severidad del acné, el médico puede recetar uno o varios fármacos contra el acné.
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Existen numerosos geles, cremas y lociones que constituyen un tratamiento eficaz contra el acné: entre las distintas categorías de fármacos disponibles figuran los retinoides locales, los antibióticos locales, el peróxido de benzoilo o el ácido azelaico, solos o combinados, disponibles con receta médica, excepto determinadas especialidades a base de peróxido de benzoilo.
El uso de una crema antibiótica acne queda limitado y reservado para determinadas situaciones, siempre en combinación con otro tratamiento local. Cabe señalar que no se pueden obtener antibioticos para el acne sin receta, ni por vía cutánea ni por vía oral.
Para que den resultado, los medicamentos contra el acné por vía cutánea deben aplicarse una o dos veces al día de forma regular durante varios meses, siempre sobre la piel limpia y seca, y cubriendo toda la zona afectada. Todos los antibioticos para el acne por vía cutánea pueden causar irritación en la piel. Cuando esto ocurre, es necesario espaciar las aplicaciones.
El médico puede recetar antibióticos orales contra el acné, como la doxiciclina o la limeciclina. Estos antibióticos ejercen básicamente una acción antiinflamatoria y antibacteriana.
Entre los distintos medicamentos disponibles por vía oral, se puede recurrir al zinc para el acne o a un tratamiento hormonal(en el caso de las mujeres exclusivamente). El zinc puede adquirirse con o sin receta, y los tratamientos hormonales sólo con receta.
Cuando el acné es muy severo o diversos antibioticos para el acne fracasan de forma reiterada, la isotretinoína oral es el tratamiento de predilección, pero presenta un gran número de inconvenientes para las chicas y las mujeres jóvenes. A decir verdad, la isotretinoína es una molécula teratogénica debe evitarse imperativamente que se produzca un embarazo, de ahí la necesidad de recetar sistemáticamente anticonceptivos y de realizar análisis de sangre todos los meses. La isotretinoína tiende a causar irritación en la piel y los labios, por lo que se deben utilizar de forma sistemática unos cuidados compensadores específicos para evitar todo tipo de molestias.
