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La sudoración es un proceso normal y natural del que nuestro cuerpo no puede prescindir para regular su temperatura. Sin embargo, cuando este fenómeno se acelera puede resultar molesto.
¿Es posible controlar la sudoración excesiva? Si, siempre y cuando se sigan los cuidados adecuados. En esta información te los damos a conocer, sabrás las causas de la hiperhidrosis, descubrirás soluciones y aprenderás a lidiar con ella diariamente.
Contenido
La sudoración es un fenómeno fisiológico natural que permite a nuestro organismo regular su temperatura, así como eliminar determinados residuos. Cuando el mecanismo se acelera, aumenta la cantidad de sudor producida, hablamos entonces de hiperhidrosis, sudoración excesiva o hipersudoración.
Esta patología visible puede tener un fuerte impacto en la calidad de vida de las personas que la sufren. La hiperhidrosis afecta a un número significativo de individuos, entre el 0.6 y el 2.8%(1) de la población.
La hiperhidrosis se produce cuando la secreción de sudor supera el volumen necesario para regular la temperatura corporal, hablamos de una producción excesiva de sudoración (hidrosis)
Existen dos tipos de hidrosis:
La hiperhidrosis puede localizarse en determinadas zonas del cuerpo, sobre todo en las axilas, las manos o los pies, o puede generalizarse a todo el cuerpo. No existen criterios precisos para la definición de la hiperhidrosis porque no hay una cantidad determinada de sudor a partir de la cual se pueda hablar de hipersudoración. Por lo tanto, hablamos de sudoración excesiva cuando resulta molesta en el día a día.
En la superficie de la piel hay unas pequeñas glándulas, repartidas por millones en todo el cuerpo, que son responsables de la producción de sudor. Se denominan glándulas sudoríparas. Un adulto segrega a través de estas glándulas una media de 1 litro de sudor al día y ¡Sin darse cuenta! Durante la actividad física o cuando hace calor, la cantidad de sudor producida por estas glándulas es mayor para permitir que el cuerpo se enfríe.
La sudoración excesiva puede ser especialmente molesta porque suele ser visible. Los parches de sudor en la ropa, las manos húmedas y el olor son síntomas de hiperhidrosis que pueden tener importantes consecuencias psicológicas y sociales.
A nivel de las manos, por ejemplo, la sudoración excesiva puede ser molesta a diario en el trabajo, al manipular objetos, herramientas o documentos, al realizar determinadas actividades o simplemente al darle la mano a alguien.
A nivel de los pies, la sudoración excesiva puede provocar mal olor y molestias, sobre todo teniendo en cuenta que el calor y la humedad son condiciones adicionales propicias para el desarrollo de bacterias u hongos.
Aparte de la cantidad elevada de sudor, el mal olor puede igualmente molestar a las personas que sufren de hiperhidrosis y a su entorno. Estos olores desagradables son producidos por las bacterias en la superficie de la piel. Cuando entran en contacto con el sudor, degradan ciertos componentes y producen moléculas responsables del olor. La hiperhidrosis puede, por tanto, tener un impacto significativo en la vida personal y/o profesional de las personas que la sufren, provocando un malestar que puede llegar hasta desembocar en una reconversión profesional, el aislamiento social, la ansiedad e incluso la depresión.
Aparte de las medidas de higiene, existen otra serie de soluciones para vivir con la hiperhidrosis a diario.
En el caso de la hipersudoración localizada, el uso de antitranspirantes suele ser el tratamiento de la hiperhidrosis de primera línea para combatirla.
Contrariamente a lo que sucede con los desodorantes, que no hacen más que disfrazar los olores, los antitranspirantes a base de sales de aluminio permiten controlar eficazmente la cantidad de sudor producida.
Las sales de aluminio (cloruro, hidróxido de cloruro, acetato, gluconato, benzoato y salicilato) reaccionan al contacto con el sudor y forman una especie de tapón en el orificio de las glándulas sudoríparas, que las pone en reposo cada vez que se aplican productos con este ingrediente.
Cuando se usan antitranspirantes que no logran resultados satisfactorios o que no se adecúan al alcance o magnitud de la hiperhidrosis, puede optarse por otras soluciones:
No dude en solicitar consejo a su farmacéutico y acudir a un médico en caso de molestias ocasionadas por la sudoración. ¡Hay soluciones para ello!
(1) Stolman LP.Treatment of hyperhidrosis. Dermatol Clin 1998; 16: 863-9
(2) Münchau A, Bhatia KP. Uses of botulinum toxin injection in medicine today. BMJ 2000; 320: 161-5