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La hiperhidrosis palmar tiene un impacto significativo en la calidad de vida, provoca incomodidad, interfiere con algunas de las actividades diarias y de acuerdo a numerosos estudios hechos al respecto, afecta el estado emocional y psicológico de quien la padece.
El diagnóstico de este trastorno suele realizarse a partir de una evaluación clínica y una inspección visual.
Contenido
La hiperhidrosis palmar, mejor conocida como manos sudorosas, es un trastorno que se genera por una excesiva secreción de las glándulas sudoríparas de las palmas de las manos y puede acompañarse de hiperhidrosis en la cabeza, rostro, axilas y plantas de los pies.
La sudoración es un proceso fisiológico normal del cuerpo que lo ayuda a regular su temperatura. Sudamos más cuando tenemos demasiado calor o hacemos ejercicio, incluso cuando nos sentimos ansiosos o nerviosos; el sudor se evapora de la piel y tiene un efecto refrescante. Sin embargo, cuando las glándulas sudoríparas reaccionan de forma exagerada a los estímulos, se produce más sudor del necesario.
Algunas personas notan que tienen hiperhidrosis palmar cuando les sudan en exceso las manos. Este problema, en la mayoría de los casos, ocurre en la adolescencia y puede desaparecer, pero en otros puede durar toda la vida.
Las personas que padecen de hiperhidrosis palmar presentan manos frías y húmedas con un color que puede variar de pálido a ruborizado, sudor visible, exagerado y localizado, con algunas características como:
La hiperhidrosis palmar tiene un inicio espontáneo, relacionado o no con eventos emocionales o estresantes; se presenta con mayor intensidad en las palmas y dedos y con menor intensidad en las regiones posteriores de las manos.
Las manos se mojan rápidamente por el desprendimiento de las gotas de sudor y, en algunos casos, puede presentarse hinchazón en los dedos
El trastorno de las manos sudorosas no tiene una causa concreta. De acuerdo a diferentes investigaciones, las personas que lo padecen no tienen un aumento en la cantidad de sus glándulas sudoríparas.
Durante mucho tiempo se ha considerado que la causa de la hiperhidrosis palmar se debe, principalmente, a un trastorno del sistema nervioso simpático debido a que los nervios que deben mandar señales a las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivos por motivos como el estrés, sin que haya actividad o esfuerzo físico que lo justifique.
A su vez, ciertas enfermedades pueden presentar como efecto secundario la hiperhidrosis palmar, entre las que se encuentran:
Existe una variedad de opciones de tratamiento para reducir la producción de sudor que genera la hiperhidrosis palmar. El tratamiento suele empezar con opciones simples y no invasivas; progresa a tratamientos más severos cuando los otros fallan.
El cloruro de aluminio es el ingrediente activo más habitual, puede bloquear las glándulas sudoríparas y ayudar a detener la sudoración. Se puede encontrar en varias presentaciones como cremas, barras, geles y aerosoles.
Se recomienda su aplicación por la noche, sobre la piel seca. La frecuencia de aplicación debe ser recomendaba por un especialista, ya que en exceso puede irritar la piel.
La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) permite este tratamiento para las axilas, aunque algunos estudios sugieren que también puede ser efectivo en otras áreas del cuerpo.
Las inyecciones bloquean temporalmente un químico del cuerpo que estimula las glándulas sudoríparas y el efecto suele durar un promedio de 6 meses, requiriendo aplicaciones posteriores.