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La caída de cabello en mujeres ahora es cada vez más común, ya que hasta hace algunas décadas se sabía que esta condición afectaba principalmente a los hombres. Por lo tanto, se debe identificar la causa que la desarrolla y adecuar un tratamiento para cada caso.
Comencemos diciendo que el pelo de nuestro cuerpo es una estructura orgánica viva que se encuentra renovándose constantemente y, como tal, cada folículo piloso tiene un ciclo biológico determinado que comprende el nacimiento, el crecimiento y la caída.
El problema de la alopecia comienza cuando, a determinada edad o en determinada circunstancia, la caída supera al nacimiento del cabello nuevo y, por lo tanto, la densidad en el cuero cabelludo comienza a disminuir.
La pérdida del cabello es un proceso natural conforme envejecemos y que, hasta la fecha, era mucho más frecuente en hombres que en mujeres; sin embargo, cada vez se presenta más en el sexo femenino.
Pero, ¿a qué se debe esto? La alopecia en mujeres, además de presentarse por factores genéticos y hormonales, puede estar relacionada al nivel de estrés, uso de medicamentos, aplicación de químicos y sobrecarga física.
La caída de cabello en mujeres no sólo es un problema físico, tiene repercusiones sobre el bienestar psicológico de quien lo padece, reflejándose en baja autoestima, conflictos en las relaciones personales y tendencia a la depresión.
La caída del cabello es un hecho natural debido a que el cuero cabelludo se encuentra en una renovación permanente. En cambio, la alopecia, se presenta cuando perdemos más cabellos de los que nacen y forma zonas que empiezan a aclararse, perderse y no renovarse.
Consideremos una caída anormal de cabello cuando es superior a 100 cabellos al día. El crecimiento depende de numerosos factores y aunque se tiende a pensar como un problema masculino, son muchas las mujeres que se enfrentan a la pérdida de volumen del cabello o al debilitamiento capilar en algún momento de su vida.
La caída de cabello en mujeres puede darse por varias razones. El estrés, el estilo de vida, la alimentación, la predisposición hereditaria, el entorno, los cambios hormonales y los problemas de salud son factores que pueden contribuir al debilitamiento y pérdida del cabello.
Después de los 70 años la mayoría de las mujeres sufren calvicie de patrón femenino (el tipo más común de caída de cabello) y el 40% sufren debilitamiento capilar después de la menopausia.
Debido a la naturaleza siempre cambiante de las hormonas a lo largo de la vida, las mujeres son particularmente vulnerables a algunos detonantes de la caída del pelo atribuidos al cambio hormonal, como el embarazo y la menopausia.
Las causas de la caída de cabello en mujeres pueden ser muy variadas, destacando los desequilibrios hormonales debido al descenso de los estrógenos y a un aumento de la presencia de andrógenos (hormonas masculinas).
La genética es un factor importante en cuanto a la alopecia femenina, pues son más propensas a ella las mujeres con antecedentes familiares, sean estos masculinos o femeninos. No obstante, hay otros factores fisiológicos que pueden ocasionar una caída abundante del cabello.
Entre ellos, se encuentra el mal funcionamiento de las glándulas tiroideas (hipertiroidismo e hipotiroidismo), ya que inducen un aumento o descenso de una hormona que hace que el pelo se haga más fino y se caiga. Así mismo, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) también puede ocasionar alopecia por aumento de andrógenos.
No hay que perder de vista que existen otros factores medioambientales que pueden originar el debilitamiento del cabello y su caída:
Por otro lado, es recomendable usar champús con un pH neutro y que no sean agresivos para el cuero cabelludo, evitar el uso constante de la secadora, tintes o permanentes y peinados recogidos extremadamente tensos debido a que provocan alopecia por tracción.
La caída de cabello en mujeres jóvenes no es tan común y suele ser una respuesta del organismo a un cambio o a situaciones de estrés.