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La costra láctea, también conocida como dermatitis seborreica infantil afecta a los recién nacidos en las primeras semanas y pueden durar hasta el octavo mes de vida. No tiene relación con la alimentación del bebé.
Es una de las afecciones más frecuentes por las que se acude a la consulta con el pediatra, afecta alrededor del 10 por ciento de los recién nacidos. La costra láctea se presenta en el cuero cabelludo, tiene aspecto rojizo, amarillento o marrón y escamoso.
La dermatitis seborreica infantil puede presentarse en:
La costra láctea no es un padecimiento contagioso ni indicador de falta de higiene o alergias. Por lo general desaparece por sí sola, sin embargo, un pediatra, un dermatólogo o un dermatólogo pediatra son la mejor opción para saber qué hacer.
Las causas de la aparición de la costra láctea en los recién nacidos no se conocen en su totalidad. Algunos especialistas creen que las hormonas que el bebé recibe de su madre durante el embarazo y en la lactancia estimulan en exceso las glándulas sebáceas (productoras de sebo) y los folículos capilares del bebé. Otra posible causa es una irritación provocada por un hongo que crece en el sebo, pero las causas de su aparición aún son desconocidas.
Se manifiesta como manchas rojas cubiertas de escamas gruesas, de color amarillo o blanco, de aspecto oleoso, que habitualmente cubren áreas de la piel cabelluda. Puede empezar en la zona de la cara o el pañal, e incluso extenderse en otras partes del cuerpo, donde toma un aspecto de:
La dermatitis seborreica tiene aspecto de generar molestias en la piel, pero no suele provocar molestias a los bebés.En contadas ocasiones, los bebés con costra láctea presentan comezón y algunos de ellos hasta pueden presentar pérdida de cabello, aunque este vuelve a crecer cuando se cae la costra láctea.
En casos más severos, puede extenderse hacia el cuello y el tronco y a otras zonas de pliegues corporales, como axilas, ombligo o ingles, y, especialmente, al área del pañal.
Se forman en el cuero cabelludo del recién nacido y están fuertemente adheridas. Su aspecto es oleoso y algunos bebés pueden presentarlas en zonas en un área reducida, mientras que otros tienen todo el cuero cabelludo cubierto de costras amarillas o marrón.
Al igual que las costras amarillas o marrón, las escamas pueden presentarse en una parte del cuero cabelludo del bebé o cubrirlo por completo y por lo regular no generan dolor, irritación ni comezón. La presencia de costras y escamas de la costra láctea suele alarmar a los padres lo que provoca que quieran retirarla con las manos.
La aparición de la costra láctea se presenta por lo general en el cuero cabelludo y puede extenderse a otras zonas del cuerpo:
Es la segunda zona donde comúnmente se presenta la costra láctea, seguida de la cara, por medio de lesiones cutáneas en forma de costras gruesas y oleosas localizadas en un área o distribuidas de forma difusa. Se desprenden con facilidad, aunque no es recomendable hacerlo.
Se presentan costras y escamas oleosas detrás de las orejas donde también hay gran concentración de glándulas sebáceas.
La cara es la principal zona donde aparece la dermatitis seborreica infantil y puede presentarse en las cejas, el entrecejo y alrededor de la nariz.
Se presenta como manchas rojas con o sin escama en los pliegues de la piel del bebé como cuello, axilas e ingle.
Incluye genitales y toda la zona que cubre el pañal, se caracteriza por áreas rojas de aspecto húmedo, en ocasiones cubiertas de escama fina. Uno de los diagnósticos diferenciales en esta región es la dermatitis del pañal. La irritación en esta zona es muy frecuente debido a la combinación de diversos factores como la sobrehidratación de la piel, el contacto con la orina y las heces o el ph.
A veces, la costra láctea que afecta a la zona del pañal o a otros pliegues de la piel se puede infectar.
La costra láctea en los bebés suele quitarse por sí sola en cuestión de semanas o meses, no es algo que perjudique en absoluto la piel del bebé, le genere dolor, comezón o incomodidad. Es importante mantener hidratada la piel del bebé para evitar resequedad o irritación.
La eliminación de las escamas por lo general es por cuestiones estéticas debido a que los padres no quieren que se vean en el cabello de su bebé.
Si es así, los especialistas recomiendan remover poco a poco las escamas del cuero cabelludo de manera segura:
Es importante que antes de aplicar cualquier producto se consulte con un especialista si es el adecuado para el bebé, que no le genere irritación o resequedad y sobre todo que no empeore la costra láctea.
Si la costra láctea parece severa, o si se ha extendido a la cara o el cuerpo del bebé es muy importante consultar a un médico antes de lavar el pelo con shampoo. Un especialista puede recetar un shampoo, crema medicinal o un tratamiento antifúngico en caso de ser necesario.
Es posible que hayas oído hablar de remedios naturales o caseros para la costra láctea, de todas maneras siempre es recomendable consultar a tu médico antes de probar cualquiera de estos.
La costra láctea puede lucir más alarmante de lo que es, sin embargo, es importante tener en cuenta que es muy común en bebés y niños pequeños.
A pesar de que se desconocen las causas de la aparición de la costra láctea, lavarle el cabello al bebé con un shampoo suave podría ayudar a prevenirla. Es recomendable no usar champú durante los primeros meses, enjuagar completamente con agua tibia y usar toallas de algodón sin frotar para prevenir irritaciones.
Si se observa que empieza a generarse costra láctea con escamas blanquecinas que aún no se han pegado al pelo, trata de eliminarlas suavemente en seco con el cepillo con el que le peinas. Si ya se han formado costras se pueden aplicar aceites minerales para que se desprendan.