-
TUS NECESIDADES
Nuestros artículos te ayudarán a comprender mejor
-
NUESTRAS SOLUCIONES
-
LABORATORIOS DERMATOLÓGICOS DUCRAY
Si buscas darle a tu rostro los cuidados esenciales para mantenerlo sano, primero debes identificar cuál de los tipos de piel tienes, puede ser normal, seca, grasa, mixta o sensible.
No olvides que cada rostro es diferente, posee características y rasgos que lo hacen único, pero es importante que conozcas las condiciones que presenta tu piel para proporcionarle los productos que lo mantengan en buen estado.
¿Alguna vez has comprado algún producto que no tuvo los resultados que esperabas? Esto puede ser consecuencia de una mala elección, ya sea un limpiador o una crema que no está indicada para tu tipo de piel. Aprende a reconocerla y cuídala de manera correcta.
En primer lugar, es necesario conocer que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano, actúa como una barrera protectora frente a diferentes agentes externos. Sus diferentes tonos se determinan por la melanina, un pigmento natural que también le da color a tu pelo.
La piel también se considera como un receptor de la sensibilidad (percibe tacto, dolor y temperatura), es un termo-regulador, es decir, evita la pérdida de temperatura en el cuerpo y como productora de sebo, se mantiene lubricada.
Por las funciones que cumple en el cuerpo, la piel debe recibir ciertos cuidados para que se mantenga sana e hidratada. Además, al conocer tu tipo de piel, puedes nutrirla con los productos correctos a fin de prevenir irritaciones u otros efectos indeseables.
Para clasificar la piel es posible utilizar diferentes criterios, a partir de la epidermis encontramos que hay piel gruesa o delgada; mientras que la dermis determina que la piel sea tónica o flácida, de acuerdo con la Revista digital para Profesionales de la Enseñanza (tema 35).
Otra clasificación está basada en las características del manto hidrolipídico; el cual está formado por la secreción acuosa que producen las glándulas sudoríparas y los lípidos naturales que hay en las glándulas sebáceas de la piel.
Esta emulsión crea una película que cubre la piel, permitiendo que se mantenga su función de barrera y dando lugar a los tipos de piel:
Se trata de una piel que generalmente presenta un color uniforme y es suave al tacto, tiene un aspecto liso y presenta una buena hidratación. Es más sencillo que los niños presenten este tipo de piel, ya que están menos expuestos a los daños ambientales que con el tiempo dañan el rostro.
Una piel normal resiste los cambios de temperatura relacionados con factores climáticos, sus poros están menos dilatados y suele presentar una buena tolerancia a los jabones y otros productos para el rostro.
Aunque se considera una piel fácil de tratar y no requiere de tantos cuidados como otros tipos de piel, es recomendable no descuidarla para que se mantenga sana y no presente daños, ya que generalmente tiende a convertirse en seca.
Es un tipo de piel “cuyo manto hidrolipídico se halla correctamente formado, con una cantidad de lípidos idónea”.
“La función barrera no presenta ninguna alteración y la hidratación cutánea presenta una normalidad absoluta”, añade la Federación de Enseñanza de Andalucía.
Las personas con piel normal pueden identificarla porque no hay presencia de manchas ni de líneas tirantes, además no presenta un brillo excesivo, sino una “superficie lubricada y luminosa”.
En el caso de la piel grasa, se manifiesta como un brillo muy notorio en todo el rostro debido a la producción excesiva de sebo, por lo general, es más gruesa y resistente, con los poros dilatados, por lo que son más evidentes. Sin embargo, una de sus ventajas es que su envejecimiento es tardío.
En las pieles grasas predominan los comedones abiertos o puntos negros, que aparecen por la acumulación de sebo en los folículos pilosos, lo que provoca que estos orificios se dilaten y se oxiden ya que están expuestos al aire libre, adquiriendo una coloración oscura.
De igual manera, en este tipo de pieles es más frecuente que se presente acné, manifestándose con barros, espinillas, y puntos negros, entre otras lesiones.
Se trata de una piel que presenta una mayor actividad en las glándulas sebáceas de manera irregular; las cuales se extienden por la piel del cuerpo humano, excepto en las palmas de las manos y de los pies. Su tamaño varía según su localización; son más grandes y numerosas en la cara, especialmente en la frente”, explica la editorial Elsevier.
La piel grasa también puede aparecer cuando hay una renovación cutánea deficiente, donde “las células muertas del estrato córneo no se desprenden de forma adecuada”. Por eso, los rostros grasos tienen unas zonas más brillantes que otras.
Existen otras causas que pueden provocar un exceso de brillo en la piel del rostro, entre ellas se encuentra el desequilibrio hormonal, el estrés, la edad, la contaminación y los hábitos de alimentación.
También es posible hablar de una piel grasa deshidratada, esta aparece cuando “la secreción sebácea modifica su composición cualitativa, disminuyendo la proporción de lípidos hidrófilos”, detalla la Federación de Enseñanza de Andalucía. En estas condiciones, es insuficiente para proporcionar una adecuada protección, debido a que disminuye el agua retenida pues se evapora con más facilidad y por lo tanto, la piel se deshidrata.
El término médico de la piel seca es xerosis y está relacionada con múltiples factores externos, algunos de ellos son la contaminación, la radiación ultravioleta, el tabaquismo y el uso inapropiado de productos para el cuidado del rostro, provocando una pérdida de lípidos superficiales.
La sequedad cutánea puede ser ocasional, por ejemplo, hay personas que durante las temporadas invernales sienten su rostro más seco, ya que el frío disminuye la producción del sebo y del factor de humectación natural.
La piel es una barrera formada por varias capas, la más superficial es llamada capa córnea, cuando está en condiciones normales tiene de 10 a 15% de agua, si este contenido disminuye provoca la aparición de la piel seca.
“Una correcta función de barrera presupone una superficie cutánea lisa, flexible, sin grietas y con una descamación imperceptible. Las pieles secas se desarrollan como consecuencia de una disminución en el contenido de agua del estrato córneo, dificultando dicha función”, añade la Federación de Enseñanza de Andalucía.
Una piel seca luce áspera y frágil, las líneas de expresión son más notorias y por lo regular se descama con facilidad. Hay casos en los cuales este tipo de piel es sensible a los cosméticos e incluso a las condiciones ambientales.
Otros indicativos para identificarla son los poros más finos y enrojecimiento, ya que tiende a irritarse con mayor facilidad. Luce más envejecida de lo que realmente es, causando incomodidad en las personas que presentan esta condición en su rostro y llega a generar una sensación tirante y en ocasiones, presenta comezón.
Las personas con pieles muy secas tienen una sensación desagradable de tirantez y picor en el rostro, sobre todo después de bañarse o nadar; mientras que al tacto la sienten rugosa y muestra una descamación intensa, con agrietamientos y fisuras.
En este caso, la piel tiene grietas más profundas que pueden abrirse y sangrar, o bien, convertirse en una vía de acceso para las bacterias, lo que podría ocasionar infecciones que deben tratarse inmediatamente con un especialista, en este caso, un dermatólogo.
La piel seca puede aparecer por causas muy variadas, van desde el calor que reduce la humedad en la piel, las duchas con agua muy caliente, el clima frío y seco, nadar en albercas donde hay mucho cloro, e incluso ciertos tratamientos médicos generan que el rostro luzca opaco y sin vida.
Es una combinación de distintos tipos de piel, sus características cambian según la zona del rostro, generalmente presenta más brillo en la zona T (frente, nariz y barbilla) y el resto luce más seco.
La Federación de Enseñanza de Andalucía indica que “hay situaciones en que según la localización, la piel es seca y grasa, ya que la distribución de las glándulas sebáceas y sudoríparas no es homogénea. En esta situación intermedia, se admite la clasificación de un estado fisiológico cutáneo que alterna las características de piel seca y grasa, en unas condiciones de normalidad”.
Debido a estas condiciones, se considera como una piel más difícil de cuidar; sin embargo, es posible mantenerla sana si se eligen los productos adecuados, que brinden hidratación sin obstruir los poros.
Las pieles mixtas pueden presentar poros más dilatados y barros en la zona T, así como puntos negros en la nariz; por el contrario, las mejillas lucen ásperas e incluso llegan a irritarse.
Son diferentes factores los que contribuyen a que una persona tenga piel mixta, en ocasiones se debe a la genética y otras, a un uso incorrecto de productos para cuidar el rostro, cuya elección se complica por la diferencia de humectación que hay en la piel.
El clima también suele tener relación con este tipo de pieles, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden desencadenar un cambio en la piel del rostro, causando que en algunas zonas luzcan más secas.
Este es uno de los tipos de piel que necesita de cuidados más especiales, ya que no realizar una buena rutina de limpieza, humectación y protección solar, podría empeorar otras afecciones, como la rosácea.
Es una piel con “un umbral de tolerancia inferior al de una piel normal, es decir, reacciona frente a estímulos a los que una piel normal no reacciona, sufre
sensaciones de incomodidad como calor, tirantez, enrojecimiento o comezón”.
“La piel sensible debe su alta reactividad a la protección cutánea insuficiente, a la hiperreactividad alérgica y a problemas microcirculatorios”, agrega la Federación de Enseñanza de Andalucía. La piel sensible se caracteriza por ser frágil, con rojeces difusas, llega a presentar descamación y eliminación de lípidos, lo que altera la función de barrera que tiene la capa más superficial de la piel.
La piel, además de cumplir funciones esenciales en el cuerpo, puede considerarse como nuestra carta de presentación, por eso es importante cuidarla de manera correcta a partir de las características propias de cada tipo de piel.
En el caso de la piel normal, los cuidados básicos que se le pueden dar son limpieza e hidratación, sin olvidar incluir en la rutina el protector solar para evitar la aparición de manchas y arrugas prematuras.
Para una adecuada rutina de protección solar incluye Melascreen UV de Ducray, una crema ligera con factor de protección solar 50+, que actúa como coadyuvante sobre las manchas oscuras y el fotoenvejecimiento, sin dejar una sensación grasosa, resultando una buena opción para las pieles normales.
Además de su textura “toque seco”, Melascreen UV ofrece una máxima protección contra los rayos UVB y UVA, mientras que su nuevo activo RonaCare AP® ayuda a corregir las manchas oscuras y brinda protección contra los daños celulares, gracias a su acción como antioxidante.
Por otro lado, el exceso de sebo de las pieles grasas requiere de cuidados y productos específicos, lo idóneo es limpiar con jabón dos veces al día (mañana y noche) y humectarla diariamente con cremas o lociones que tengan efecto sebo-regulador. Un producto que puede ayudarte si tienes la piel grasa es el gel limpiador Keracnyl, creado para la higiene diaria de las pieles con tendencia acneica y presencia de puntos negros. Este producto además de limpiar con suavidad, es un auxiliar que purifica la piel a profundidad.
Puedes armar una rutina completa para pieles grasas incorporando Keracnyl Mat, un matificante que ayuda a que los poros luzcan menos dilatados y neutraliza el brillo de forma inmediata, gracias a sus activos que incluyen ácido glicólico y ácido salicílico.
Las medidas para combatir la piel seca incluyen el uso de jabones y cremas que garanticen su hidratación, reparación y alivio. En Ducray te recomendamos Ictyane, la línea de productos con la que desde hace más de 25 años hemos brindado hidratación y bienestar a pieles secas.
Otro de los tipos de piel es la mixta, para cuidarla es necesario lavarla todos los días con productos suaves que regulen la producción de sebo sin resecar las mejillas. Después es importante hidratarla, utilizando algún producto que le aporte otros beneficios, como Keracnyl Loción purificante, que además de matificar el rostro, ayuda a cerrar los poros.
Completa tu rutina para el cuidado de pieles mixtas a grasas con Keracnyl mascarilla triple acción, creada a partir de una fórmula concentrada que actúa como auxiliar para desincrustar los poros, absorber el exceso de sebo y exfoliar suavemente.
Al utilizar esta mascarilla dos veces por semana, te recomendamos que la apliques en tu rostro ligeramente húmedo y la dejes actuar por cinco minutos, después enjuaga con abundante agua mientras masajeas suavemente, seca cuidadosamente sin tallar la piel.