La psoriasis en placas, también conocida como psoriasis vulgar, es la forma más común de psoriasis (cubre el 80% de los casos). Sus placas son más o menos simétricas a la izquierda y a la derecha, especialmente en los codos y las rodillas, y por extensión en los brazos y las piernas. Estas placas son de tamaño variable y siempre permanecen muy bien delimitadas: por un lado está la piel sana y por otro la piel inflamatoria, muy roja y muy escamosa.
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Los codos, las rodillas, los brazos y las piernas son todas zonas que suelen verse afectadas por la psoriasis porque son zonas de fricción, una fricción (con la ropa, al practicar una actividad, al dormir...) que puede considerarse como un traumatismo cutáneo, al igual que las picaduras, los arañazos, las heridas... y provocar más brotes de psoriasis según el fenómeno de Koebner.
La psoriasis de los codos y las rodillas es muy frecuente pero es cierto que en definitiva “se ve” bastante poco. Y es que la mayor parte del tiempo, casi todas las zonas afectadas por la psoriasis se encuentran convenientemente “ocultas” bajo la ropa. Cuando una persona tiene psoriasis en los codos y/o los brazos tiende a llevar manga larga. Y cuando tiene psoriasis en las rodillas y/o las piernas tiende a llevar pantalones largos. Tanto en verano como en invierno.
Sin embargo, la psoriasis no es contagiosa ni sucia. Se puede tratar pero a veces permanece visible durante varios días o incluso semanas: no es por falta de cuidado, ¡ni porque los tratamientos sean ineficaces! Es solo que algunas placas tardan más que otras en desaparecer y que el tratamiento actúa más o menos rápido. Los pacientes con psoriasis en los codos y las rodillas no deberían tener miedo y mucho menos avergonzarse de arremangarse o enseñar las piernas.
