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El acné es una enfermedad de la piel con causas muy diversas y muy variables de un individuo a otro, en función del sexo, la edad, el estilo de vida, el entorno... Conocer las distintas causas del acne ayuda a comprender mejor lo que ocurre en la piel y a luchar más eficazmente contra los granos. Por otro lado, de nada sirve buscar una única causa del brote de granos, ya que generalmente el acné se debe a una combinación de factores endógenos y medioambientales.
Contenido
El acné es una enfermedad de la piel dependiente de las hormonas andrógenas. Se trata de hormonas sexuales masculinas presentes tanto en los hombres como en las mujeres. Durante la pubertad, un pico de andrógenos estimula las glándulas sebáceas, que pasan a producir más sebo. Después de la pubertad, los niveles hormonales vuelven a la normalidad, pero las hormonas siguen influyendo en la piel y pueden ser la causa del brote de acne. Esta situación se da especialmente en el caso de las mujeres que sufren brote de granos en determinados momentos del ciclo menstrual, como los días previos a la menstruación. Estas mujeres padecen un acne hormonal y en ocasiones tienen que cambiar de píldora para mejorar el estado de su piel.
Durante el embarazo, las futuras madres suelen estar encantadas con la idea de tener un bebé, pero a veces sufren pequeños inconvenientes, como el acné. El acné en embarazo se debe a las fluctuaciones hormonales específicas que se producen durante este período tan particular de la vida. Los granos de acné salen al principio del embarazo, aunque en ocasiones lo hacen más tarde. Hay que tener en cuenta que muchos tratamientos no son compatibles con el embarazo así que lo mejor es pedir consejo a tu médico o farmacéutico.
El sebo es una sustancia grasa que se produce en las glándulas sebáceas de la piel. Desempeña un papel beneficioso para la piel, a la vez protector y anti-sequedad, pero también puede convertirse en una de las principales causas del acne. Esto se debe a que durante el acné, las glándulas sebáceas producen una cantidad excesiva de sebo y/o un sebo demasiado viscoso. Debido a este exceso de sebo, la piel adquiere un aspecto graso y reluciente, los poros se dilatan y se obstruyen, y aparecen granos de acné como puntos negros, puntos blancos y luego barrillos rojos.
Tradicionalmente conocida como Propionibacterium acnes, Cutibacterium acnes es una bacteria normalmente presente en las glándulas sebáceas de todo el mundo. Forma parte del microbioma cutáneo, es decir, del ecosistema de la piel, y contribuye a su buen funcionamiento. Cuando se sufre de acné, el microbioma cutáneo se encuentra desequilibrado: la diversidad de las cepas de Cutibacterium acnes, representadas en mayor o menor medida, disminuye mientras se desarrollan otras bacterias, especialmente el Staphylococcus epidermidis y el Staphylococcus aureus. Este desequilibrio del microbioma cutáneo es el responsable del acne inflamatorio y de su carácter crónico. Al mismo tiempo, Cutibacterium acnes ejerce una acción en las células encargadas de la producción del sebo y, por ende, también influye en los fenómenos de acné retencional.
El estrés se ha vuelto omnipresente en nuestra vida diaria. En el colegio, en el trabajo y en casa, hay muchas situaciones que generan estrés, con mayor o menor intensidad según la persona. El estrés se considera hoy día como un factor agravante de muchas enfermedades crónicas como el acné. Los granos por estrés es una realidad bastante familiar para algunos pacientes, pero no conviene limitar el acné a su causa psicológica exclusivamente. Por otra parte, el acné es una enfermedad visible que puede causar un estrés persistente a la persona que lo padece:
Todas estas son preguntas profundas que los pacientes se plantean cuando tienen acné.
Cuando el impacto en la calidad de vida es demasiado grande. La mirada de los demás resulta demasiado dura de soportar y el estado de ánimo se afecta, por ello, no hay que dudar en acudir con un profesional de la salud para hablar del tema y encontrar soluciones.