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La caída del cabello a diario puede causar una profunda angustia psicoemocional en algunos pacientes, más allá de la forma en que nos vemos a nosotros mismos, hay una serie de ideas preconcebidas que no mejoran precisamente nuestra percepción. A continuación, te ayudamos a distinguir lo verdadero de lo falso sobre la caída del cabello.
Existen numerosos prejuicios sobre la caída del cabello. ¿Cómo podemos diferenciar la información falsa de la verdadera?
Contenido
A continuación enlistamos las principales ideas preconcebidas sobre la caída del cabello.
La caída del cabello no tiene nada que ver con el envejecimiento, prueba de ello es que la alopecia androgenética, cuya forma más común es la calvicie, puede aparecer a cualquier edad, haciéndolo a veces a edades muy tempranas, en torno a los 20 años, especialmente en algunos pacientes varones.
La alopecia androgenética es hereditaria, pero no todos los tipos de caída del cabello lo son. Por ejemplo, el efluvio telógeno agudo o caída ocasional no tiene nada que ver con el componente genético.
Dependiendo del tipo de caída, el efluvio telógeno agudo es un tipo de caída de cabello ocasional cuya evolución es siempre favorable a partir del momento en que se logra identificar y eliminar el factor desencadenante. La caída crónica de cabello también puede corregirse. En cambio, es cierto que el cabello que se cae cuando se sufre de alopecia androgenética se pierde definitivamente.
No hay alimentos que permitan luchar contra la caída del cabello en sentido estricto. Sin embargo, seguir una dieta equilibrada y rica en aminoácidos de azufre (cisteína y metionina), vitaminas de los grupos B, C y E, zinc y hierro puede ser beneficiosa para el crecimiento del cabello.
Entre los accesorios más usados por hombres están las gorras y los sombreros, pero no por usarlos con frecuencia o incluso diariamente se produce la calvicie. Es falsa la creencia que se tiene acerca de que el cuero cabelludo necesita oxígeno, pero en realidad son los folículos capilares los que lo requieren, el cual lo obtienen de la sangre y no del aire.
Cuando una persona cree que la pérdida del cabello se debe al lavado diario, comienza a hacer lavados menos frecuentes, el cabello mantiene su ciclo normal de crecimiento y al momento de lavarse el cabello notan el desprendimiento, el cual se lo atribuyen al lavado.
Tocarse el cabello o jugar con él, no ocasiona la calvicie debido a que no se hace de una forma agresiva. En cambio, si se padece tricotilomanía, un trastorno en el que se tiene la necesidad frecuente o el impulso de arrancarse el cabello, esto si puede provocarla.
Los cambios hormonales que se producen después de dar a luz también suelen dar lugar a un efluvio telógeno agudo. Así, se estima que entre un tercio y la mitad de las mujeres experimentan una caída del cabello postparto*.
El estrés más o menos intenso puede generar un ambiente prooxidativo y proinflamatorio en el folículo piloso, lo que favorece la caída del cabello difusa.
La alopecia androgenética es una pérdida de cabello difusa crónica que se caracteriza por episodios de caída del cabello que evolucionan hacia una miniaturización del cabello y provocan una disminución de la densidad capilar. Afecta a un 70-80% de los hombres frente a un 29-42% de las mujeres a lo largo de su vida**.
Una persona es más propensa a padecer calvicie por factores internos como las hormonas, la genética o la alimentación, factores externos como el estrés o medicamentos también pueden representar un factor de riesgo.
No obstante, aquellos factores totalmente externos como el ambiente o el uso de accesorios generalmente no tienen relación con la pérdida excesiva de cabello.
Cuando la caída de cabello es excesiva es buen momento para acudir con un profesional, quien dará el diagnóstico correcto según el patrón que manifieste el paciente y así mismo, podrá determinar el tratamiento adecuado.