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La dermatitis seborreica en los lactantes, más comúnmente conocida como costra láctea, es una enfermedad de la piel muy habitual. Se caracteriza por la presencia de placas gruesas y costrosas de color blanco o amarillo en el cuero cabelludo del bebé, pudiendo a veces extenderse hacia las cejas, las nalgas y determinados pliegues cutáneos. Afortunadamente, la costra láctea no es contagiosa, y no causa dolor ni picor. En la mayoría de los casos, dado que la dermatitis seborreica en los lactantes es transitoria y benigna, no requiere ningún tratamiento específico. Sin embargo, sí que es necesario utilizar cuidados para el aseo porque esta costra láctea puede persistir, propagarse o infectarse con bacterias o levaduras.
Contenido
A la hora de tratar y deshacerse de la costra láctea, en la mayoría de los casos bastará con adoptar una serie de medidas diarias para el cuidado del cuero cabelludo de tu hijo.
Todos los gestos que se realizan para retirar la costra láctea deben hacerse con suavidad, ya que el cuero cabelludo se encuentra de por sí irritado, y un cuidado demasiado agresivo podría mantener el ciclo inflamatorio y resultar molesto para el niño.
Sobre todo, no hay que intentar quitar costra láctea rascando con la uña o el peine, ya que esto causaría irritación y una pérdida de pelo importante.
Cuando las costras persisten, hay muchas soluciones disponibles en las farmacias para evitar la costra láctea. No dudes en pedir consejo a tu farmacéutico o médico de cabecera. Existen varios cuidados (disponibles con distintas galénicas: loción, emulsión, crema o gel) y/o shampoos contra la costra láctea. Es preferible recurrir a los cuidados contra la costra láctea enriquecidos con cuerpos grasos que ayuden a desprender las costras y que también contengan activos queratolíticos suaves para no agredir el cuero cabelludo del niño. Los ingredientes queratolíticos ayudarán a desprender con delicadeza las laminillas de piel adheridas por el sebo del cuero cabelludo.
Estos cuidados deben utilizarse a diario para quitar costra láctea, hasta que las escamas (conjunto de células muertas que se acumulan en la superficie del cuero cabelludo) desaparezcan por completo. Además de los cuidados, se debe aplicar un shampoo para costra láctea destinado específicamente para los bebés.
El tratamiento de la costra láctea no requiere necesariamente consultar a un médico de inmediato. Al no saber muy bien siempre qué hacer en caso de costra láctea, no hay que dudar en pedir consejo a tu farmacéutico, que podrá ofrecer su ayuda y recomendaciones. También se necesita ser paciente y esperar a que el tratamiento surta efecto, porque incluso cuando se trata de forma adecuada, la costra láctea puede tardar en eliminarse, y aplicar un único shampoo o un único producto contra la costra láctea adaptado no siempre resulta suficiente.
En circunstancias excepcionales, el pediatra puede incluso recetar un dermocorticoide de actividad baja o moderada durante un breve período de tiempo para reducir la irritación y la inflamación, con el fin de aliviar la piel. También como medida excepcional, se puede recetar un antifúngico tópico para limitar la proliferación de levaduras del género Malassezia que intervienen en la aparición de la costra láctea. Estos tratamientos recetados en situaciones excepcionales deben aplicarse sin desatender las normas de higiene habituales.
Una vez que haya desaparecido la costra láctea, y para evitar su reaparición, hay que limitar la frecuencia con la que se lava la cabeza, para minimizar la irritación con un enjuague diario. Además, es importante cepillar el cuero cabelludo con suavidad a diario para evitar la aparición de masas.