Las sales de aluminio se utilizan en los antitranspirantes para bloquear la sudoración excesiva y evitar el mal olor.
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El aluminio es un metal natural presente en el aire, el agua y la tierra. El aluminio forma parte de la vida cotidiana y las sustancias derivadas de este metal se emplean habitualmente en los utensilios de cocina, las cápsulas de café, los tés, los aditivos alimentarios e incluso los medicamentos.
El aluminio existe en diferentes formas. En cosmética y para aplicaciones cutáneas, las sales de aluminio son las más utilizadas.
Algunos ejemplos de nombres que pueden encontrarse en la lista de ingredientes de los antitranspirantes son: aluminium chlorohydrate, aluminum zirconium tetrachlorohydrex gly, aluminum sesquichlorohydrate…
Las sales de aluminio son hoy en día un excelente tratamiento de la hiperhidrosis y mejoran la calidad de quienes la padecen. En contacto con el sudor, las sales de aluminio actúan bloqueando el orificio de las glándulas sudoríparas, lo que permite frenar su actividad.
Desde hace varios años, se viene denunciando y hablando mucho de las sales de aluminio. Se dice que son responsables del desarrollo de ciertas enfermedades... Acallemos el rumor de inmediato, ¡las sales de aluminio en los cosméticos son seguras!
De hecho, el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (CCSC), responsable de la seguridad de los productos cosméticos, se pronunció en 2019 sobre su seguridad. En consecuencia, su uso es seguro en los antitranspirantes. Los resultados de los estudios científicos muestran que la piel no absorbe el aluminio contenido en los productos antitranspirantes, ni siquiera cuando está recién afeitada. Por lo tanto, no se almacenan en la piel, sino que se eliminan a través de la ropa y mediante la descamación natural de la piel (eliminación de células muertas).
Sin embargo, a pesar de la opinión del CCSC, un instituto, el BFR (Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos), siguió cuestionando el uso de las sales de aluminio en los antitranspirantes. Tras realizar un nuevo estudio, se alineó con el dictamen del CCSC en agosto de 2020.
De modo que hoy en día toda la comunidad científica está de acuerdo con la seguridad de las sales de aluminio y su uso en cosmética, en los antitranspirantes.
