El acné aparece en todas las zonas del cuerpo ricas en glándulas sebáceas: en la cara, por supuesto, pero también en la espalda.
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El acné de la espalda puede afectar a toda la espalda, concentrarse en la parte superior de la espalda o presentarse en la parte inferior de la espalda y las nalgas. También se puede tener acné en los hombros. Los granos de acné en la espalda son variopintos: puntos negros, puntos blancos y barrillos rojos más o menos grandes, con o sin cabeza blanca. A veces se presentan síntomas de acné más graves, como nódulos.
El acné de la espalda puede afectar a cualquier persona, a cualquier edad, con o sin acné en la cara. El acné de la espalda en los adultos es un fenómeno muy común, con mayor prevalencia entre los hombres.
Tanto si se trata de granos en la espalda de un hombre como de granos en la espalda de una mujer, el aspecto estético no suele ser agradable. El acné de la espalda no se ve, excepto en situaciones muy concretas en las que uno se desviste, como al hacer deporte, en la piscina, en la intimidad…
En los casos de acné severo en la espalda, la mirada de los demás puede llegar a ser tan difícil de soportar que la persona acaba aislándose y limitando sus actividades. A los adultos con acné en la espalda les resulta difícil mostrar su espalda en público, ¡pero la trascendencia del acné en la espalda no se debe a una falta de higiene o de cuidados!
Los tratamientos para el acné de la espalda son bastante similares a los del acné de la cara, solo que la espalda queda menos accesible: ¡hay que pedir ayuda para aplicarse los tratamientos!
