La caída del cabello, conocida como alopecia, es muy frecuente y puede afectar a cualquier persona, a cualquier edad. ¿Cuáles son las causas y los síntomas relacionados? ¿Cómo se puede tratar o frenar? Todo lo que debes saber para controlar mejor esta afección del cuero cabelludo.
Contenido
La caída del cabello puede parecer trivial para algunas personas, pero para otras puede ser motivo de gran preocupación y una razón para buscar asistencia médica. En realidad, no existe una única forma de caída del cabello, sino más bien varios tipos de caída del cabello,con causas y consecuencias diferentes. Pueden localizarse en una parte del cuero cabelludo o extenderse por toda la cabeza, y pueden ser ocasionales (duran menos de 6 meses) o crónicas (duran más de 6 meses). Los principales tipos de caída del cabello pueden clasificarse según estos diferentes criterios:
Todos estos tipos de caída del cabello tienen orígenes y consecuencias distintos, porque están relacionados con diferentes cambios en el ciclo vital del cabello (ciclo piloso). Por tanto, el tratamiento debe adaptarse a cada tipo de caída del cabello.
La caída diaria del cabello a veces puede causar una gran angustia a los pacientes afectados, ya sea por motivos estéticos o psicológicos. La caída del cabello también puede ser un síntoma de una patología más general del organismo, o la consecuencia de tomar determinados medicamentos. Por tanto, es esencial identificar las causas para hacer un diagnóstico preciso.
También conocido como efluvio telógeno agudo, es una forma muy común de caída del cabello, sobre todo en las mujeres. Se caracteriza por un aumento repentino, y a veces muy importante, de la caída del cabello entre 3 y 4 meses después de un acontecimiento desencadenante. Por eso también se conoce como «caída del cabello reactiva». En respuesta a este acontecimiento o factor desencadenante, el ciclo de vida del cabello cambia: la fase de crecimiento del cabello (fase anágena) se detiene bruscamente, y un mayor número de cabellos entra simultáneamente en la fase de caída del cabello (fase telógena). La fase de caída dura unos 3 meses. Esto explica el desfase temporal entre la aparición del factor desencadenante y la caída del cabello propiamente dicha.
Cada día se caen de 100 a 150 pelos de forma normal e imperceptible. En el caso de la caída del cabello reactiva, esta cifra puede ascender a 300 y la caída del cabello se hace más notable: se encuentran pelos en la ropa, en las almohadas y por toda la casa.
El estrés, un choque emocional, la fatiga, una dieta desequilibrada, un régimen demasiado estricto, los cambios estacionales y el parto son factores que pueden provocar una caída del cabello reactiva.
La caída del cabello reactiva es temporal y reversible: el 95 % de los afectados suelen experimentar una mejoría espontánea en seis meses. La densidad capilar no se reduce, y no hay riesgo de calvicie.
Las causas de la caída del cabello reactiva son muy diversas:
A diferencia de la caída del cabello aguda, ocasional o reactiva, que no suele durar más de 6 meses, la caída del cabello crónica se desarrolla gradualmente a lo largo del tiempo. Hay 2 tipos principales de caída crónica del cabello, con causas y consecuencias diferentes: el efluvio telógeno crónico y la alopecia androgenética.
El efluvio telógeno crónico es una forma bastante difusa de caída del cabello, que afecta a todo el cuero cabelludo. Con el tiempo, puede provocar una reducción de la densidad capilar, pero no calvicie. Puede aparecer a cualquier edad, y es mucho más probable que afecte a las mujeres que a los hombres. La caída del cabello crónica puede deberse a un estrés profundo y crónico, a un desequilibrio de las hormonas tiroideas o a una dieta hipocalórica. Cuando se ha identificado y eliminado la causa, la evolución de la caída crónica es favorable. Se tarda aproximadamente de 3 a 6 meses en ver el inicio del recrecimiento, y el pelo puede tardar entre 12 y 18 meses en recuperar su densidad original.
La alopecia androgenética es una caída del cabello de origen hormonal (implicación de las hormonas andrógenas) y genético, como su nombre indica. Se caracteriza por la miniaturización progresiva del cabello en partes concretas del cuero cabelludo, que con el tiempo conduce a la perdida de densidad o incluso a la calvicie. La alopecia androgenética afecta principalmente a los hombres, y su frecuencia aumenta con la edad: alrededor del 15 % de los hombres a los 20 años, el 30 % a los 30 y uno de cada dos a los 50*.
En los hombres, los síntomas de la alopecia androgenética son la aparición de pelo más fino en la parte superior de la cabeza. Esta calvicie afecta primero a la parte posterior de la cabeza (coronilla) y a la frente (aparición de una V en las sienes). Luego se extiende a la parte superior de la cabeza. Está relacionada con un fenómeno de miniaturización del pelo, que poco a poco da paso a una pelusa fina y ligera antes de caerse definitivamente, provocando la calvicie. Sin embargo, el cabello permanece en las sienes y en la parte posterior de la cabeza, en forma de corona.
En las mujeres, la alopecia androgenética se caracteriza por una reducción progresiva de la densidad capilar en la parte superior de la cabeza, más difusa que en los hombres. Esto se conoce como pérdida de densidad en "abeto" en la línea central que se ensancha. A diferencia de la forma masculina, la alopecia androgenética en las mujeres nunca es completa y no conduce a la calvicie: queda algo de pelo ralo.
El tratamiento de la alopecia androgenética sigue siendo un reto tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios. Existen pocas alternativas terapéuticas. Aunque parte de la caída del cabello puede tratarse y revertirse, la alopecia androgenética solo puede ralentizarse. ¿Cómo? Actualmente existen dos tipos de tratamiento farmacológico validados: el minoxidil y la finasterida. Sin embargo, también es posible adoptar rápidamente nuevas técnicas que sean beneficiosas para tu cabello a diario. Entonces, ¿qué debes hacer si se te cae el pelo?
Lo primero y más importante, no tardes en consultar a un dermatólogo, especialista de la piel, el cuero cabelludo y el cabello, o a tu médico de cabecera. Caída del cabello reactiva o crónica, alopecia androgenética o cualquier otro tipo de caída del cabello, el especialista podrá hacer el diagnóstico correcto y orientarte lo mejor posible en la elección de los tratamientos y cuidados adecuados.
En casa, cambia tus cuidados habituales demasiado agresivos por productos capilares adaptados: champú, acondicionador, loción anticaída, etc. El objetivo es mantener la salud de tu cuero cabelludo y del cabello.
Evita cepillarte el pelo con demasiada fuerza, ni te lo alises con demasiada frecuencia, ni te hagas peinados demasiado tirantes. Con el tiempo, estos hábitos pueden acabar dañando el pelo, rompiéndolo y provocando su caída. Si sientes que tu cabello se debilita, deja de teñirte durante un tiempo.
Tan pronto como sea posible date un masaje en el cuero cabelludo. Dos minutos es todo lo que se necesita para estimular el flujo de sangre a la raíz del cabello, y proporcionarle todos los nutrientes que necesita para crecer. Los tratamientos naturales contra la caída del cabello, como los aceites esenciales, pueden utilizarse durante este masaje para activar aún más la circulación sanguínea del cuero cabelludo.
Vigila lo que hay en tu plato. La dieta desempeña un papel crucial en la caída del cabello. El cabello necesita suficientes vitaminas y minerales para evitar que se caiga.
En los cambios estacionales clave de otoño y primavera, inicia un tratamiento de complementos alimenticios. Pueden ser un buen complemento en la lucha contra la caída del cabello: a base de vitaminas y minerales, aportan los elementos nutritivos esenciales para el ciclo vital del cabello.
Los medicamentos contra el cáncer actúan sobre las células cancerosas, eliminándolas o impidiendo que se multipliquen. Por desgracia, estos tratamientos no solo se dirigen a las células cancerosas. También actúan sobre las células del organismo que se renuevan rápidamente, como las células responsables del crecimiento del cabello. Esto explica la caída del cabello durante el tratamiento oncológico observada a menudo en pacientes tratados con quimioterapia.
Los tratamientos detienen bruscamente la fase anágena del ciclo piloso y la caída del cabello suele producirse a las 2-3 semanas del inicio del tratamiento. En algunos pacientes, puede producirse inmediatamente.
La caída del cabello suele ser difusa en todo el cráneo. Puede ser progresiva o brusca, y su intensidad varía según las moléculas y las dosis utilizadas. Según los tratamientos recetados, también pueden verse afectados el vello, las pestañas y las cejas, algo más tarde que el cabello.
El cabello suele volver a crecer uno o dos meses después de concluir el tratamiento.
Otros tipos de tratamiento contra el cáncer, como la radioterapia o la terapia hormonal, también pueden ser responsables de diversos grados de caída del cabello.
* Severi G, et al. Androgenetic alopecia in men aged 40-69 years: prevalence and risk factors. Br J Dermatol. 2003;149(6):1207-1213.
* Fuente: Blume-Peytavi et al., 2011, Norwood, 1975
**Fuentes:
Skin Appendage Disord. 2019. Vañó-Galván, Saceda-Corralo, Blume-Peytavi
Frequency of the Types of Alopecia at Twenty-Two Specialist Hair Clinics: A Multicenter Study.
J Eur Acad Dermatol Venereol. 2018. Kanti, Messenger, Dobos, Blume-Peytavi
Evidence-based guideline for the treatment of androgenetic alopecia in women and in men
Descubre las gamas CREASTIM REACTIV, NEOPTIDE EXPERT, ANAPHASE+ y ANACAPS, específicamente formuladas para cada tipo de caída del cabello
¿Se te cae el cabello?
¿Qué tipo de caída del cabello tienes?
Identifica tu tipo de caída del cabello mediante nuestro diagnóstico y descubre la rutina de cuidados adaptada a las necesidades de tu cabello.
