La dermatitis seborreica del cuero cabelludo es la forma más común. De hecho, el cuero cabelludo se ve afectado en el 95%(1) de los casos de dermatitis seborreica.
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Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, puede apreciarse una forma de caspa seca en los casos más leves, y una caspa grasa y amarillenta asociada con hiperseborrea y eritema en los casos más severos.
Las lesiones pueden afectar a todo el cuero cabelludo, aunque lo más frecuente es que se concentren en la parte superior del cráneo o vértice, en las zonas parietales y en el borde del cuero cabelludo formando lo que se conoce como “corona seborreica”.
Las lesiones del cuero cabelludo (eritema) no son muy visibles porque permanecen ocultas por el cabello, pero la caspa sí que puede verse y le confiere a la enfermedad su carácter llamativo. Además de ser perceptible, la caspa también se acompaña de picor, también conocido como prurito. Este síntoma es casi sistemático en los casos de dermatitis seborreica del cuero cabelludo. El picor puede ser muy intenso y llegar a alterar la calidad de vida a diario(1).
El concepto de “caspa” todavía no se encuentra bien definido. En efecto, este término se utiliza para hacer referencia a distintos fenómenos, pudiendo abarcar desde una dermatitis seborreica leve en el cuero cabelludo hasta las secuelas de usar champús o cosméticos no adaptados. En estos casos específicos, se habla de pityriasis capitis simplex o caspa seca.
La relación entre la dermatitis seborreica del cabello y la caspa seca no está clara y suele ser objeto de controversia. Además, en la literatura científica, algunos autores utilizan el concepto de “caspa” para hacer referencia a los estados descamativos (caída de células muertas) del cuero cabelludo, independientemente de su origen.
El tratamiento para la dermatitis seborreica del cuero cabelludo se administra localmente en forma de champú. Permite actuar en distintos niveles:
(1) Misery L. Dermatite séborrhéique. EMC - AKOS Tratado de Medicina. (2011), págs. 1-5.
