A partir de los 35-40 años comienza a preocuparnos el envejecimiento de nuestra piel, y por eso empezamos con los primeros tratamientos que nos ayuden a prevenirlo o que eliminen nuestros primeros signos de expresión. Pero no olvidemos que nuestro cabello también envejece. El pelo, al igual que la piel, está expuesto a factores, tanto externos como internos, que lo debilitan y envejecen. Algunos incluso aceleran su ritmo normal de envejecimiento.
El efecto de las hormonas en nuestro cabello: El envejecimiento capilar empieza aproximadamente a los 35 años debido a los cambios hormonales que experimenta la mujer. A partir de los 40 años, antes de la menopausia, se producen menos estrógenos, hormonas que tienen un efecto muy positivo en el ciclo de nuestro cabello. La bajada de estrógenos produce, en consecuencia, una pérdida del grosor del cabello y disminuye la densidad capilar por lo que se enreda con más facilidad, está más frágil y se rompe.
