A los 20 años el cabello es sano, fuerte y está lleno de brillo. Pero es importante seguir nutriéndolo para que el cabello, a pesar de las coloraciones y demás factores externos a los que puedas someterlo, no pierda su equilibrio.
A los 30 años nos sorprenden, en general, las primeras canas. A esta edad es cuando estamos más pendientes de nuestra apariencia física por lo que tendemos a abusar de planchas, secadores, tintes...Por tanto, es importante prestar especial atención al uso que les damos. En caso de utilizar tinte, hay que mirar siempre tintes especiales para hidratar y nutrir vuestro cabello.
A partir de los 40 años el pelo está mucho más débil, su color comienza a cambiar, aparecen más canas y en muchos casos se sufre pérdida de cabello. El cabello a esta edad estará también más eléctrico y rebelde.
Siempre que sea posible debemos secar nuestro pelo al aire libre y más en verano. El cabello se rompe porque contiene menos agua y debido a esa deshidratación, el cabello se vuelve más frágil. Es muy importante a esta edad realizar tratamientos específicos que nutran el cabello y le devuelvan su fuerza y brillo.
A partir de los 50 años el cabello es menos denso y con menos volumen. Se añade a los factores externos los cambios hormonales como la menopausia que provocan un cabello más frágil, con menor crecimiento y más poroso. Por esta razón se hacen necesarios cuidados protejan la cutícula y nutran en profundidad.