El picor derivado de los tratamientos anticancerosos
El cáncer se ha vuelto una enfermedad común. El Instituto Nacional del Cáncer (INCa) de Francia estima que en 2018 se diagnosticaron 382.000 nuevos casos(1). Todo el mundo conoce a alguien que ha tenido cáncer o que está luchando contra él. Esta enfermedad se caracteriza por su gran diversidad en los órganos afectados, los síntomas asociados, el perfil de los pacientes y los tratamientos propuestos. Estos últimos suelen ser pesados y complejos, e incluyen quimioterapia, radioterapia, terapias dirigidas e inmunoterapia. Sus efectos secundarios son numerosos; entre ellos, figura el picor derivado de los tratamientos anticancerosos.
(1) Defossez G, Le Guyader-Peyrou S, Uhry Z, Grosclaude P, Remontet L, Colonna M, et al. Estimaciones nacionales de incidencia y mortalidad por cáncer en la Francia metropolitana entre 1990 y 2018. Estudio basado en los registros de cáncer de la red Francim. Resultados preliminares. Santé publique France, 2019. 20 p.