La radioterapia es un tipo de tratamiento oncológico que utiliza rayos intensos de energía para destruir las células cancerosas. Cuando se utiliza en la cabeza y el cuello, puede provocar una caída del cabello más o menos grave.
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La caída del cabello relacionada con el cáncer no es solo la alopecia posterior a la quimioterapia. La radioterapia también puede tener el mismo efecto indeseable.
¿Qué relación hay entre la radioterapia y la caída del cabello? La radioterapia daña las células destruyendo el material genético que controla su crecimiento y multiplicación. A veces pueden verse afectadas las células sanas de la zona circundante. Cuando se aplica radioterapia en la cabeza y el cuello, puede afectar a las células del folículo piloso responsables de la formación del pelo y causar alopecia. En cambio, la radioterapia para el cáncer de mama no provoca la caída del cabello, ya que solo se realiza en el pecho, a mucha distancia del cuero cabelludo.
La cantidad de pelo que se pierde y si vuelve a crecer depende de la superficie irradiada y de la dosis recibida. Las pequeñas dosis de radiación suelen asociarse a la caída del cabello ocasional. Sin embargo, las dosis más elevadas pueden provocar alopecia permanente.
Las medidas preventivas que pueden adoptarse para limitar la caída del cabello tras la radioterapia incluyen una rutina diaria de cuidado capilar:
Cuando se produce una caída del cabello como consecuencia de la radioterapia, suele volver a crecer en un plazo de 3 a 6 meses tras finalizar el tratamiento. En caso de dosis muy altas de radioterapia, el pelo puede volver a crecer más fino o no crecer en absoluto en la parte del cuero cabelludo que ha recibido la radiación.
Cuando el pelo empieza a crecer de nuevo, hay que tratarlo con suavidad y estimularlo:
Pedir consejo al equipo experto, o acudir a un profesional socioestético para que te ayude a superar esta difícil etapa.
La caída del cabello debida a la radioterapia no es la única causa de alopecia durante el cáncer. La terapia hormonal prescrita para el tratamiento de ciertos cánceres hormonales también puede provocar caída del cabello.
Algunos cánceres utilizan hormonas para desarrollarse. Se trata de cánceres hormonodependientes, como el de mama, próstata, ovarios o útero.
El objetivo de la terapia hormonal es, como su nombre indica, impedir la producción de hormonas para ralentizar o detener el crecimiento de las células cancerosas. Como el ciclo vital del cabello es sensible a las variaciones hormonales, estos tratamientos inducen o agravan la alopecia androgenética.
La terapia hormonal suele recetarse durante varios años, y la caída del cabello inducida por este tratamiento suele disminuir o detenerse en el primer año.
