La caída del cabello debida a la quimioterapia es uno de los efectos secundarios más temidos por los pacientes tras un diagnóstico de cáncer. Este efecto indeseable es, por desgracia, muy frecuente y a menudo conduce a la alopecia total. Existen soluciones para afrontar esta difícil etapa del tratamiento.
Contenido
La caída del cabello durante el cáncer suele ser consecuencia del tratamiento de quimioterapia.
Las moléculas de quimioterapia son fármacos potentes que destruyen las células cancerosas que se multiplican rápidamente. Por desgracia, estos fármacos también afectan a otras células de crecimiento rápido del organismo, en particular a las células del folículo piloso responsables de la formación del pelo.
La quimioterapia desencadena una interrupción brusca de la fase de crecimiento del cabello (fase anágena), seguida de una rápida caída en la mayor parte del cuero cabelludo: es lo que se conoce como efluvio anágeno. La caída del cabello inducida por la quimioterapia suele empezar entre 1 y 3 semanas después de la primera sesión.
La quimioterapia puede provocar la caída del cabello en todo el cuerpo, no solo en el cuero cabelludo. A veces se cae el pelo de las pestañas, las cejas, las axilas y otras partes del cuerpo.
La gravedad de la alopecia inducida por la quimioterapia depende de varios parámetros:
Afortunadamente, la mayoría de las veces, la caída del cabello debida a la quimioterapia es temporal y reversible. Tras la última sesión de quimioterapia, el pelo suele volver a crecer en un plazo de 3 a 6 meses. En algunos casos, pueden tener temporalmente un tono o una textura diferentes.
Para ciertos tipos de cáncer, la quimioterapia puede combinarse con la radioterapia en la cabeza y el cuello. La caída del cabello causada por la radioterapia es un tipo diferente de caída del cabello que puede producirse además de la caída del cabello por quimioterapia.
La caída del cabello debida a la quimioterapia es difícil de evitar porque está relacionada con el efecto deseado del tratamiento: detener la proliferación de células que se multiplican rápidamente. Sin embargo, dependiendo de la molécula o moléculas utilizadas en el tratamiento, la alopecia causada por la quimioterapia será más o menos grave: puede ir desde un simple adelgazamiento hasta la calvicie total.
Por lo general, el pelo empieza a caerse entre 2 y 4 semanas después del inicio del tratamiento. Puede caerse muy rápidamente a puñados o gradualmente. La caída del cabello puede ir acompañada de un aumento de la sensibilidad del cuero cabelludo.
La caída del cabello debida a la quimioterapia continuará durante todo el tratamiento y hasta unas semanas después. Pueden pasar varias semanas después del tratamiento hasta que el pelo empiece a crecer de nuevo.
No existe ningún tratamiento que pueda evitar la caída del cabello inducida por la quimioterapia. Se han estudiado varios tratamientos para evitar la caída del cabello, pero ninguno de ellos ha sido eficaz al 100 %. Sin embargo, pueden reducir la gravedad de la caída del cabello, como el gorro hipotérmico: se coloca un casco frío en la cabeza durante las sesiones de quimioterapia para ralentizar el flujo de sangre al cuero cabelludo y reducir así la acción de las moléculas de quimioterapia sobre los folículos pilosos. Esta técnica, bastante incómoda, ha demostrado su eficacia con algunos pacientes.
Durante todo el periodo de tratamiento de quimioterapia, es importante que cuides tu cuero cabelludo y tu cabello:
Cuidar el cuero cabelludo. Una vez que el pelo se ha caído, es vital proteger el cuero cabelludo expuesto de los agresores externos (sol, contaminación, frío, viento, etc.). En cuanto al rostro, puedes aplicarte una crema solar cuando te expongas al sol y una hidratante todos los días. Esto aliviará los picores que pueden acompañar al uso de peluca, turbante o pañuelo.
Tras el tratamiento, existen soluciones cosméticas para estimular el crecimiento del cabello:
Pedir consejo al equipo experto, o acudir a un profesional socioestético para que te ayude a superar esta difícil etapa.
