La hiperpigmentación corresponde a una pigmentación desigual de la piel y da lugar a la aparición de manchas oscuras. Son benignas, comunes y completamente normales. Sin embargo, las personas que las tienen pueden querer atenuarlas por diversos motivos.
Contenido
Absolutamente todo el mundo puede verse afectado por el fenómeno de la hiperpigmentación y la aparición de manchas, tanto las personas de piel clara como las de piel oscura, sean hombres o mujeres, jóvenes o mayores.
Un factor desencadenante común que comparten los distintos tipos de manchas oscuras es la exposición al sol. En efecto, estimula la actividad de los melanocitos, que son las células que producen la melanina, el pigmento biológico responsable de la coloración de la piel. Cuando la melanina se produce en grandes cantidades, pueden aparecer manchas pigmentadas. En algunos casos, pueden acabar desapareciendo progresivamente, pero en general tienden a persistir en el tiempo.
El cloasma es una forma muy común de hiperpigmentación. Se caracteriza por la presencia de manchas oscuras en la cara: frente, mejillas, alas de la nariz y labio superior.
Es el resultado de la asociación entre la exposición al sol y las hormonas sexuales femeninas. Estas últimas promueven la actividad de los melanocitos y la producción de melanina, lo que causa su aparición.
Las mujeres embarazadas, las que toman anticonceptivos hormonales y las que siguen una terapia hormonal sustitutiva se ven particularmente afectadas por las manchas en la piel. En las embarazadas, el cloasma se denomina “ máscara del embarazo ”. En las mujeres que toman la píldora anticonceptiva, el cloasma se conoce como la “máscara de la píldora anticonceptiva”.
El cloasma es bastante frecuente, ya que afecta al 90% de las mujeres embarazadas y a un tercio de las que toman anticonceptivos hormonales(1). Puede influir en la calidad de vida de muchas mujeres, aunque existen soluciones en el caso de que deseen atenuarlas.
El lentigo es otra forma de hiperpigmentación, esta vez sin relación con las hormonas sexuales femeninas, sino asociada con el envejecimiento cutáneo. También en este caso, la exposición al sol es un factor importante que contribuye al desarrollo prematuro de las manchas de la edad, de ahí que se emplee el término fotoenvejecimiento.
En esta ocasión, se denominan lentigos. Aparecen en zonas expuestas al sol como la cara, el cuello, el escote, el dorso de las manos, los antebrazos, los hombros o la espalda.
Las manchas pigmentadas asociadas al envejecimiento cutáneo suelen aparecer a partir de los 45 años, junto con otros signos de la edad como las arrugas o la pérdida de firmeza de la piel.
Las diferentes formas de hiperpigmentación afectan al 90% de las mujeres mayores de 50 años(2). Para todas estas personas, existen tratamientos que permiten al mismo tiempo solucionarla y actuar a la vez en los distintos signos de la edad.
En contra de lo que muchos piensan, las personas de piel negra y mestiza no son inmunes a las manchas oscuras. De hecho, ocurre más bien todo lo contrario, ya que las pieles más morenas suelen ser más propensas a desarrollarlas debido a una mayor cantidad de melanina.
La hiperpigmentación en las pieles negras y mestizas puede deberse a varios factores: la exposición al sol, cómo no, pero también las hormonas (caso del cloasma), el envejecimiento (caso del lentigo), así como cualquier tipo de inflamación cutánea. De hecho, una lesión, como una placa de eczema o un grano de acné, puede conllevar una hiperpigmentación postinflamatoria. Es decir, la lesión desaparece, pero deja una mancha más o menos oscura y más o menos persistente. En las pieles negras, este fenómeno cobra más importancia. Para limitar su impacto, hay que controlar eficazmente las afecciones dermatológicas responsables de la inflamación cutánea y evitar tocar las lesiones.
Representan un fenómeno muy común y corresponden a varias situaciones clínicas. Entre ellas, cabe citar el cloasma, el lentigo y la hiperpigmentación de la piel negra y mestiza. La identificación del tipo permite aplicar medidas preventivas y curativas adaptadas a cada situación.
(1) Tyler KH. Physiological skin changes during pregnancy. Clin Obstet Gynecol. 2015
(2) Brenner M, Hearing VJ. Modifying skin pigmentation - approaches through intrinsic biochemistry and exogenous agents. Drug Discov Today Dis Mech. 2008
