Los tratamientos para la hipersudoración dependen del tipo de hiperhidrosis que se padezca. No siempre resulta fácil hablar de ello, a menudo no nos atrevemos y, encima, no sabemos qué hacer con esta sudoración excesiva.
Afortunadamente, existen muchas soluciones para tratar la hiperhidrosis. No hay que dudar en pedir consejo a su médico.
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Los antitranspirantes son los productos que se proponen para tratar la sudoración excesiva. El farmacéutico podrá servirnos de guía para encontrar la solución más adecuada entre la gama de productos disponibles en la farmacia.
Por lo general, estos productos contienen sales de aluminio que bloquean la sudoración excesiva y evitan los malos olores.
La gente suele confundir los
con los desodorantes, pero se trata de dos productos muy diferentes. Los desodorantes enmascaran los malos olores sustituyéndolos por perfumes o ingredientes que lo que hacen es disimular los olores, mientras que los antitranspirantes reducen la producción de sudor.
La
es uno de los tratamientos para la hipersudoración. Este método consiste en utilizar una corriente eléctrica para reducir la secreción de sudor.
Lo más habitual es que se proponga en casos de hiperhidrosis de las manos o los pies.
Para que este método funcione, se necesitan varias sesiones que deben proseguirse durante un tiempo para mantener su eficacia.
Si fallan los antitranspirantes y/o la iontoforesis, y en los casos de sudoración excesiva de las axilas, las manos, los pies y de sudoración de la cara, se pueden proponer inyecciones de toxina botulínica como tratamiento para la hiperhidrosis. La inyección subcutánea en la dermis bloquea las transmisiones nerviosas a las glándulas sudoríparas.
Las inyecciones se realizan con anestesia local y deben repetirse periódicamente a diferentes intervalos según la localización.
Existen diversos fármacos para combatir la hiperhidrosis. Administrados por vía oral, bloquean la acción de la acetilcolina. La acetilcolina es un mensajero que circula por nuestro cuerpo y provoca una serie de reacciones, entre ellas la secreción excesiva de sudor.
Esta clase de medicamentos puede provocar efectos secundarios, por lo que únicamente se propone en casos de hiperhidrosis generalizada y grave.
Cuando todos los tratamientos fracasan y la hiperhidrosis es especialmente grave, la cirugía puede ser una solución en los casos de sudoración excesiva grave.
La cirugía consiste en una simpatectomía, que es la destrucción permanente de los ganglios simpáticos que se comunican con las glándulas sudoríparas. La intervención puede realizarse con un endoscopio, lo que reduce el tamaño de la incisión y el tiempo de recuperación del paciente. Sin embargo, es posible que aparezca una hiperhidrosis compensatoria en otra zona del cuerpo.
Además de los tratamientos, hay una serie de medidas que, cuando se adoptan a diario, pueden ayudar a mejorar la hiperhidrosis:
