Cuando los antitranspirantes y la iontoforesis no dan resultado, así como en casos de hiperhidrosis grave, se puede recurrir al uso de medicamentos.
Al respecto, hay diversos fármacos para la hiperhidrosis que pueden ser útiles para combatir la sudoración excesiva.
Entre los tratamientos para la hiperhidrosis, se puede recurrir a los medicamentos anticolinérgicos que, administrados por vía oral, bloquean la acción de la acetilcolina.
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La acetilcolina es una sustancia producida por nuestro cerebro que facilita la comunicación entre las neuronas. Participa en muchos mecanismos.
Las glándulas sudoríparas ecrinas, responsables de la secreción de sudor, son estimuladas, entre otros, por la acetilcolina.
El tratamiento con medicamentos anticolinérgicos para la hiperhidrosis grave puede considerarse cuando los tratamientos de primera línea no dan resultado.
Esta opción rara vez se utiliza a largo plazo porque tiene efectos secundarios, como sequedad bucal, estreñimiento, pérdida del gusto, mareos... Se utilizan principalmente en casos de hiperhidrosis generalizada grave.
Además, también pueden usarse anticolinérgicos tópicos que se aplican localmente en forma de soluciones acuosas. Se emplean sobre todo en la frente y en el cuero cabelludo.
Por último, en casos más raros, se pueden recetar antidepresivos. Esta categoría de medicamentos puede inducir un efecto de sequedad, que es muy útil para combatir la sudoración excesiva, a la vez que acompaña al paciente a combatir una depresión a raíz de las complicaciones de una hiperhidrosis particularmente grave.
