Además de granos, el acné también se caracteriza por la presencia de cicatrices antiestéticas que a menudo suponen un suplicio para los pacientes. Las cicatrices de acné suelen provocar una pérdida de confianza en uno mismo y miedo a la mirada de los demás.
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Las cicatrices de acné constituyen una manifestación muy conocida del acné, pero no siempre aparecen. El riesgo de que queden cicatrices depende de la gravedad del acné, con algunas excepciones. De hecho, en algunos casos, un acné leve puede dejar importantes cicatrices de acné mientras que un acné severo puede desaparecer sin dejar marcas. En realidad, el riesgo de que queden cicatrices también depende de la forma en que se trate el acné y de la manipulación más o menos intensa de las lesiones. Por eso los padres no paran de repetir: “¡no te toques los granos!”
Las cicatrices de acné tienden a ser muy rojas al principio, debido a la inflamación.
Las cicatrices de acné en la cara resultan especialmente aterradoras, pero también puede darse el caso de que el paciente desarrolle cicatrices de acné en la espalda.
Se pueden distinguir:
Para eliminar las cicatrices de acné, el dermatólogo puede proponer soluciones específicas como el láser o el peeling. Estos tratamientos para las cicatrices de acné suelen brindar resultados parciales: el aspecto de la piel mejora, pero la cicatriz de acné no desaparece por completo.
No existe ninguna crema contra las cicatrices de acné, pero la aplicación diaria de ciertos cuidados puede limitar la aparición de marcas residuales.
En caso de molestias importantes, el maquillaje de las cicatrices de acnérepresenta una buena solución para recuperar la autoestima.
En lugar de intentar eliminar las cicatrices de acné, es mejor hacer todo lo posible para evitarlas: no toquetear las lesiones, adoptar un tratamiento contra el acné pronto y periódicamente, y protegerse del sol.
