La caspa es para el cabello lo que las escamas son para la piel. Se trata de una afección muy común, ya que un 50% de la población desarrolla caspa en el cabello(1).
Se presenta como cúmulos de células muertas o de escamas, de color blanco y más o menos adheridos al cabello. Es una afección sin gravedad, benigna, pero particularmente llamativa, que puede ser difícil de soportar a diario.
El propósito de este informe temático es responder a las preguntas que suelen surgir sobre la caspa y el cabello: ¿qué es? ¿Cuáles son sus causas? ¿Cómo tratarla? ¿Qué se puede hacer al respecto? ¿Qué gestos adoptar a diario?
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La caspa se debe a una renovación celular acelerada. Las células de la epidermis, la capa más superficial del cuero cabelludo, se multiplican demasiado rápido y no dan tiempo a las células muertas para que se vayan eliminando. Esto hace que se aglutinen en la superficie del cuero cabelludo y formen lo que se conoce como caspa.
La caspa puede aparecer en cualquier zona del cuerpo donde hay vello. Lo más habitual es ver la caspa sobre el cabello, pero también puede presentarse en la barba o en las cejas.
La caspa se produce por múltiples causas y factores. Se han identificado 3 fenómenos muy distintos que nos permiten comprender de dónde viene la caspa.
Aparte de los mecanismos que provocan su desarrollo, hay muchos factores que pueden desencadenar y mantener una fase de brote de caspa en el cabello, en particular, el estrés, un estilo de vida poco saludable, la aplicación de productos inadecuados, el uso de cascos o gorras... Todos estos factores, que no siempre resultan fáciles de controlar, pueden explicar por qué la caspa vuelve a aparecer a pesar de recurrir a unos tratamientos muy eficaces.
Hay muchas soluciones disponibles en las farmacias para tratar la caspa. Para implementar el tratamiento más adecuado, es importante comprender qué es la caspa e identificar el tipo de caspa que afecta al cuero cabelludo.
Podemos distinguir dos tipos de caspa: la caspa grasa y la caspa seca.
La caspa seca se desarrolla en el cuero cabelludo seco. Cuando el cuero cabelludo está seco, se encuentra deshidratado e irritado. En consecuencia, puede causar picor, enrojecimiento y descamación, lo que puede provocar la aparición de caspa sobre el cabello.
La caspa seca es fácil de reconocer. Es pequeña, blanca, volátil y puede apreciarse en la ropa en forma de copo.
La caspa grasa se desarrolla en el cuero cabelludo graso. El exceso de sebo en la superficie favorece el desarrollo de levaduras del género Malassezia, que pueden provocar inflamación y acelerar la renovación celular. La caspa grasa es más grande, suele producir picor, adhiriéndose al cabello y agrupándose en forma de placas. Su presencia en la ropa es menos común que la de la caspa seca.
Cuando se concentra mucha caspa grasa y una picazón intensa, se trata de una caspa severa, también conocida como seborrea o dermatitis seborreica del cuero cabelludo. La dermatitis seborreica es una enfermedad que afecta por término medio al 3% de la población y la mayoría de las veces también se presenta en el rostro(1). Se caracteriza por la presencia de escamas tirando a un color amarillo (debido al exceso de sebo) y de placas rojas. Esta patología cutánea no es grave, pero sí crónica, y requiere consultar a un dermatólogo para implementar un tratamiento adaptado.
Hay todo un arsenal de cuidados y champús disponibles en las farmacias para eliminar la caspa. Sin embargo, a día de hoy no existe ningún tratamiento que permita curar la caspa para siempre. Por eso puede volver a aparecer periódicamente durante las fases de brote.
Además de durante la fase de brote, los champús tratantes también pueden utilizarse después, durante la fase de mantenimiento, para mantener los efectos a largo plazo y evitar una recaída. Por tanto, conviene integrar el champú en su rutina de cuidados durante la fase de mantenimiento.
Usar un champú tratante es la forma clásica de tratar la caspa en el cabello.
La elección del champú depende del tipo de caspa.
Los champús se usan en dos etapas:
En caso de duda, lo mejor es consultar a su médico o a su farmacéutico, que podrán ayudarnos a elegir el tratamiento más adecuado.
Vivir con caspa a diario puede afectar considerablemente a la calidad de vida. Puede hacer pensar en una falta de higiene cuando obviamente no existe ninguna relación.
Puede llegar a ser un motivo de preocupación constante e influir en su elección de la ropa, sus interacciones sociales y la autoestima, por lo que es importante tratarla.
No hay que dudar en hablar con los profesionales de la salud que nos rodean, ellos sabrán decirnos qué hacer cuando se tiene caspa. Hay muchos tratamientos y consejos útiles para el día a día que permiten tratar la caspa en el cabello.
(1) https://dermato-info.fr/, sociedad francesa de dermatología