El eczema de la espalda no es muy frecuente, pero puede afectar seriamente a la calidad de vida debido al prurito y lo difícil que resulta acceder a esta zona de la piel.
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El eczema en la espalda puede afectar a bebés, niños y adultos. Puede aparecer en la parte superior de la espalda y los hombros, en la parte inferior de la espalda y las nalgas, o incluso en toda la espalda.
Es difícil rascarse cuando se sufre de eczema en la espalda. Los bebés se frotan contra las sábanas, pero los niños mayores y los adultos a duras penas pueden rascarse contra una pared o un árbol.
El eczema en la espalda puede obedecer a una dermatitis atópica y sumarse a otras placas de eczema en el cuerpo.
También puede proceder de un eczema de contacto. Una causa típica son los cierres de los sujetadores, que a menudo contienen uno o varios componentes metálicos. En este caso, el eczema de la espalda se encuentra muy concentrado. El eczema en la parte inferior de la espalda puede deberse al contacto con una sustancia alergénica presente en un cinturón o un elástico de la ropa interior.
El eczema en la espalda se ve favorecido por factores como la sudoración y la fricción. Hay que evitar que los productos capilares goteen sobre la espalda al aclararlos, ya que puede favorecer la aparición de placas.
Cuando se tienen placas de eczema en la espalda, es difícil tratarlas por sí solo. ¡Lo mejor es pedir ayuda! Al salir de la ducha, sobre la espalda limpia y seca, se debe aplicar la crema con cortisona recetada por el médico sobre las placas rojas, rugosas y con picor. En el resto del cuerpo, hay que aplicar un emoliente para suavizar e hidratar la piel.
Si se sospecha de un eczema de contacto, se pueden realizar pruebas de alergia, ¡concretamente en la espalda!
Pieles muy secas con tendencia al eczema atópico
Eczema