La máscara del embarazo, también conocida como melasma, es una forma particular de hiperpigmentación que afecta específicamente a las mujeres embarazadas. Se trata de algo muy frecuente: se estima que hasta el 90% de las mujeres embarazadas muestran signos de hiperpigmentación durante el embarazo(1). ¡A continuación le ofrecemos toda la información sobre la máscara del embarazo!
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La máscara del embarazo suele aparecer a partir del 4º mes de gestación.
El melasma aparece principalmente en la cara: la frente, las alas de la nariz, las mejillas, el labio superior y la barbilla presentan una o varias manchas oscuras con contornos regulares. La máscara del embarazo también puede afectar al cuello.
Además, se pueden encontrar signos de máscara del embarazo en el cuerpo. Los lunares, las pecas y las areolas de los pechos tienden a oscurecerse durante el embarazo. En el vientre, la máscara del embarazo adopta la forma de una “linea nigra”, una línea hiperpigmentada que se extiende desde el pubis hasta el ombligo, y a veces desde el pubis hasta el esternón.
La máscara del embarazo es uno de los “males menores” del embarazo. No es una enfermedad grave ni contagiosa. La máscara del embarazo no tiene ningún efecto sobre el curso del embarazo, el parto o el bebé. En cambio, la futura madre puede sentirse acomplejada en su día a día por encontrar sus manchas antiestéticas. La máscara del embarazo tiene un impacto significativo en la calidad de vida y puede afectar a la autoestima.
El embarazo es un acontecimiento muy especial en la vida de una mujer, marcado por una importante producción de hormonas. Los estrógenos producidos durante el embarazo estimulan la actividad de los melanocitos y, por tanto, la síntesis de melanina, el pigmento responsable de la coloración de la piel.
Otro factor esencial a tener en cuenta en la aparición de la máscara del embarazo es la exposición al sol. De hecho, el sol es la principal causa de la hiperpigmentación, tanto a lo largo del embarazo como fuera. La máscara del embarazo se debe en gran medida al sol.
Las mujeres con la piel más oscura son más propensas que las demás a desarrollar una máscara del embarazo. Del mismo modo, las mujeres que han tenido melasma durante un embarazo anterior tienen más probabilidades de volver a desarrollarlo que el resto.
Para evitar la aparición de la máscara del embarazo, hay una única solución: protegerse del sol, en cualquier circunstancia, ¡y no solo durante las vacaciones!
Por lo tanto, la mejor crema contra la máscara del embarazo es una crema solar. Lo ideal es empezar a aplicarla al principio del embarazo y continuar durante varias semanas después del parto.
Lo mejor para prevenir es aplicarse una crema solar muy eficaz contra los rayos UVA y UVB a diario. Es recomendable optar por una crema no comedogénica, apta para pieles sensibles y compatible con el embarazo y/o la lactancia. Además, no hay que olvidar renovar la aplicación cada 2 horas.
También se puede combinar el producto de protección solar con medidas complementarias, como el uso de un sombrero de ala ancha.
Si, a pesar de seguir todas las medidas de prevención mencionadas anteriormente, la máscara del embarazo acaba apareciendo, tampoco es el fin del mundo. Existen soluciones para tratar eficazmente la máscara del embarazo.
En el mejor de los casos, el melasma se puede revertir progresivamente y desaparecer después del parto, sin requerir ningún tratamiento especial.
Sin embargo, es bastante frecuente que las manchas no desaparezcan del todo, sobre todo las de la cara, por lo que la tez adquiere un aspecto desigual. Puede ser necesario recurrir a un tratamiento.
A diferencia de lo que se suele pensar, el tratamiento de la máscara del embarazo puede iniciarse antes del parto, utilizando cremas contra el melasma que sean compatibles con el embarazo. El maquillaje para manchas oscuras también puede usarse durante el embarazo y permite a la futura madre recuperar la confianza en sí misma. También en este caso se recomienda elegir productos no comedogénicos, aptos para pieles sensibles y compatibles con el embarazo y/o la lactancia.
Algunos tratamientos para el melasma se realizan después del parto. Es el caso, por ejemplo, del peeling o el láser. Lo mismo ocurre con muchas cremas despigmentantes. El dermatólogo es el profesional sanitario más competente en la materia. Sabrá proponer unos cuidados adaptados a cada paciente.
(1) Tyler KH. Physiological skin changes during pregnancy. Clin Obstet Gynecol. 2015