Las manchas oscuras suelen ser persistentes y difíciles de eliminar. El dermatólogo o el médico estético pueden aplicar varias técnicas para deshacerse de ellas. Entre estos métodos, cabe destacar la crioterapia. Más conocida a la hora de quemar verrugas que de combatir las manchas oscuras, la crioterapia es un método antiguo y relativamente sencillo de aplicar.
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En Dermatología, la crioterapia consiste en quemar una lesión con nitrógeno líquido enfriado a unos -190 °C. A menudo pensamos que “quemar” es aplicar calor, pero con la crioterapia, ¡“quemar” equivale a aplicar frío!
La crioterapia es conocida por el público en general como uno de los principales métodos empleados para eliminar las verrugas. Pocas personas saben que la crioterapia constituye también un tratamiento contra la hiperpigmentación.
En general, solo se requieren una o dos sesiones para eliminar las manchas oscuras con la crioterapia.
Los efectos adversos de la crioterapia suelen ser leves. La piel quemada con nitrógeno puede presentar enrojecimiento, edema y, más tarde, una pequeña costra que acaba cayéndose sola.
¡Atención! Las manchas eliminadas con nitrógeno pueden volver a aparecer si los factores que las favorecen siguen dándose, especialmente la exposición al sol. Es necesario aplicar una protección solar eficaz después del tratamiento con crioterapia y, seguidamente, a diario.
El nitrógeno líquido empleado para eliminar las manchas oscuras solo puede ser suministrado por un médico. Algunos productos sanitarios permiten eliminar las manchas oscuras quemándolas mediante crioterapia, pero recurriendo a otras sustancias distintas del nitrógeno líquido. Antes de utilizarlos, conviene pedir consejo a un médico o farmacéutico. No deben confundirse con los productos sanitarios destinados a quemar las verrugas.
