La costra láctea en los niños es una enfermedad de la piel muy habitual. Cuando un lactante tiene costra láctea, varias zonas pueden verse afectadas.
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La costra láctea se debe, entre otras cosas, a una hiperseborrea, es decir, a un exceso de sebo. El sebo es secretado por una glándula, conocida como glándula sebácea, y cada glándula sebácea está unida a un pelo. Las zonas ricas en pelo son, por tanto, zonas muy ricas en glándulas sebáceas. El cuero cabelludo es una zona obviamente muy rica en pelos, por lo que la costra láctea aparece casi siempre en el cabello. En los lactantes, también pueden verse afectadas otras zonas, apreciándose a veces costra láctea en las cejas, la cara, la zona del pañal, o incluso ciertos pliegues cutáneos.
Pero, ¿ qué es la costra láctea en los adultos? Cuando se habla de costra láctea en el cuero cabelludo de los adultos, en realidad estamos haciendo referencia a la dermatitis seborreica. La dermatitis seborreica es una patología bastante común en los adultos, que afecta al 3% de la población y en su mayoría a los hombres. En el 95% de los casos de dermatitis seborreica, las lesiones afectan al cabello o al cuero cabelludo, aunque también pueden presentarse en otras ubicaciones, especialmente en la cara. Las placas se parecen mucho a la costra láctea: se trata de escamas (células muertas que se eliminan en la superficie del cuero cabelludo) de color blanco o amarillo que aparecen en placas eritematosas en la superficie del cuero cabelludo. A menudo se confunden con la caspa seca del cuero cabelludo. Su origen se debe a una hiperseborrea y a la proliferación de una levadura presente de forma natural en la superficie de la piel. A pesar de su semejanza con la costra láctea, se trata en realidad de una patología distinta. La dermatitis seborreica solo afecta a los adultos, es crónica y se desencadena por diversos factores como el estrés, el cansancio, los cambios meteorológicos… Hay muchos champús tratantes antifúngicos que pueden actuar en la hiperseborrea para controlar esta patología. No hay que dudar en pedir consejo a su médico.