Las causas de la dermatitis seborreica son múltiples y pueden explicarse fisiológicamente. Los pacientes describen signos clínicos que varían con el tiempo. De hecho, la intensidad y la frecuencia de los brotes se ven influenciados por distintos factores: estrés, cansancio, exceso de trabajo, problemas emocionales... El estrés aparece como uno de los principales desencadenantes.
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En lo que respecta a las causas de la dermatitis seborreica(1), se ha demostrado que la mayoría de las veces la dermatitis seborreica va precedida de un acontecimiento estresante que puede agravar los síntomas. Sin embargo, a veces resulta difícil para los afectados y les hace sentir culpables oír una y otra vez que el estrés constituye una causa de su enfermedad dermatológica.
Lamentablemente, el estrés es un componente difícil de controlar y se expresa de manera distinta en cada persona.
Puede repercutir en todos los órganos. La piel es un ejemplo perfecto dado que el estrés puede influir en la secreción de sebo, la inflamación y la inmunidad cutánea.
No se debe ignorar el impacto que puede tener la enfermedad. La propia dermatitis seborreica puede ser una fuente de estrés debido a su carácter perceptible, especialmente cuando la cara se ve afectada(1). Por eso algunos pacientes se sienten atrapados en un círculo vicioso donde el estrés se ve también mantenido por la patología. No hay que dudar en consultar a su médico de cabecera o a su dermatólogo, pues existen soluciones que pueden ayudar.
Tratar de controlar el estrés puede contribuir a mejorar las lesiones, ¡pero no es tarea fácil!
Algunos métodos o actividades han demostrado ser eficaces para combatir el estrés:
(1) Annales de dermatologie, nov. de 2007; 134 (11): 833-7, Stress and seborrheic dermatitis, Misery L1, Touboul S, Vinçot C, Dutray S, Rolland-Jacob G, Consoli SG, Farcet Y, Feton-Danou N, Cardinaud F, Callot V, De La Chapelle C, Pomey-Rey D, Consoli SM; Para el Grupo de Psicodermatología.
