Hay muchos tratamientos en forma de champú contra la caspa para eliminarla.
Su elección debe hacerse en función de la afección y el tipo de cuero cabelludo.
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En los casos de caspa simple a moderada, es decir, los que corresponden a un estado de descamación leve con poca inflamación, el tratamiento consiste en utilizar un champú adaptado y, sobre todo, en aplicarlo como es debido, es decir, de forma periódica, respetando los tiempos de reposo y las condiciones de uso.
Hay muchos champús anticaspa disponibles sin receta; no tenemos más que pedir consejo al farmacéutico y él podrá guiarnos.
Los champús contra la caspa se diferencian por su acción (dirigida hacia la caspa grasa o la caspa seca) y por los ingredientes que contienen: piritionato de zinc, piroctona olamina, sulfuro de selenio o ácido salicílico. Estos activos permiten que los champús actúen:
Además, tampoco se puede utilizar siempre el mismo champú para la caspa: debe elegirse en función del tipo de afección. Los champús para la caspa grasa están adaptados a un cuero cabelludo graso y también actúan sobre el exceso de sebo. En cambio, los champús para la caspa seca ayudan a luchar contra la caspa aportando al mismo tiempo la hidratación necesaria para el cuero cabelludo seco e irritado.
La mayoría de las veces el tratamiento con champú anticaspa comienza con una fase llamada “de ataque” del brote, efectuando entre 2 y 3 lavados semanales durante 2 o 4 semanas, seguida de una fase de mantenimiento que consiste en utilizar el mismo champú 1 vez a la semana o 1 vez cada 15 días alternando con un producto suave (que contiene una base limpiadora respetuosa con el pH de la piel).
Estos tratamientos pueden producir a veces un efecto secante, lo que se conoce como “efecto paja”; ante esta situación, habrá que cambiar de champú tratante para la caspa o reducir la frecuencia de aplicación y sustituirlo por uno suave.
Además de los champús anticaspa tratantes, existen otros productos que pueden actuar de manera complementaria a la hora de combatir la caspa. Un ejemplo son las lociones y las mascarillas. Permiten reforzar la eficacia de los tratamientos y mejorar el estado del cuero cabelludo.
En los casos de caspa severa (es decir, con abundante caspa y un cuero cabelludo muy inflamado) y de las personas que sufren de dermatitis seborreica localizada en el cabello (caspa grasa en grandes cantidades con mucho picor e irritación), los champús se denominan "terapéuticos" y actúan contra las levaduras del género Malassezia. En la mayoría de los casos, son a base de ketoconazol o ciclopiroxolamina. Estos tratamientos anticaspa pueden necesitar receta médica y estar parcialmente cubiertos por la seguridad social. Los champús para la dermatitis seborreica y la caspa severa deben utilizarse durante un período de 4 semanas y a continuación requieren un tratamiento de mantenimiento.
En los casos graves, es importante consultar al dermatólogo para implementar el champú contra la caspa severa más eficaz. Y si no funciona, ¡no hay que esperar! Conviene volver a la consulta, porque dar con el tratamiento adecuado puede llevar tiempo.