Lociones, espráis, mascarillas contra la caspa… Hay muchísimas soluciones que permiten completar la acción de los tratamientos aplicados y cuidar del cuero cabelludo.
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Cuando se tiene caspa, hay que tener en cuenta que se trata de una señal que nos envía el cuero cabelludo para indicarnos que no está sano.
Tanto si es seco como si es graso, el cuero cabelludo experimenta un cambio en la secreción de sebo en su superficie (por exceso o por defecto), lo que supone una oportunidad de proliferación para ciertos microorganismos saprófitos. La caspa es, por tanto, el fruto de este desequilibrio local que provoca una aceleración de la renovación celular y la acumulación de células en la superficie.
El uso de champús contra la caspa sigue siendo el tratamiento de primera línea. Sin embargo, también hay otras soluciones para luchar contra la caspa o, más bien, para cuidar del cuero cabelludo, como las lociones o las mascarillas anticaspa, entre otras.
Las mascarillas deben aplicarse cubriendo todo el cuero cabelludo y dejarse actuar durante un tiempo (30 minutos, 1 hora...), para después aclararse usando un champú suave.
Entre las mascarillas contra la caspa grasa del cabello recomendadas, se suelen emplear las que son a base de arcilla. La arcilla es conocida por sus propiedades desinfectantes y purificantes, por lo que resulta muy interesante en los casos de caspa grasa. Se utiliza mezclada con agua, y a veces con aceites esenciales, y debe aplicarse sobre el cabello húmedo.
Las mascarillas anticaspa pueden utilizarse dentro de una rutina de tratamiento como producto complementario. Tradicionales o naturales, las hay para todos los gustos. Sin embargo, conviene siempre pedir consejo a un farmacéutico o a un dermatólogo, ya que lo natural o lo casero no siempre implica seguridad y beneficio.
