La hiperpigmentación es uno de los “males menores” del embarazo. Afecta principalmente a la cara, en forma de manchas pigmentadas. Lo que menos gente sabe es que las futuras mamás también pueden tener manchas oscuras en el vientre durante el embarazo.
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Durante el embarazo, las hormonas femeninas producidas en mayor cantidad estimulan la actividad de los melanocitos y, por ende, la síntesis de melanina, el pigmento que le confiere su coloración a la piel. Todo esto genera una hiperpigmentación en el cuerpo. La mayoría de las veces, esta hiperpigmentación afecta a determinadas zonas de la cara formando lo que se conoce como melasma o “máscara del embarazo”.
También aparecen manchas oscuras en el vientre. Más concretamente, lo que puede observarse es la presencia de manchas oscuras en el ombligo en forma de una línea oscura, conocida como “linea nigra”. En efecto, durante el embarazo, la línea blanca presente en el vientre entre el pubis y el ombligo puede pigmentarse más. Esta “linea nigra” a veces puede extenderse más allá del ombligo, hasta el esternón.
Todas las mujeres embarazadas pueden presentar manchas oscuras en el vientre durante el embarazo.
Las mujeres con la piel mate u oscura, así como las que exponen su vientre al sol sin protección, tienen más riesgo de que les salgan manchas oscuras en el vientre que las demás.
También hay evidencias de que las mujeres con deficiencias de vitamina B9 son más propensas a desarrollar manchas oscuras en el vientre. La vitamina B9, también conocida como ácido fólico, es una vitamina presente en muchos tipos de alimentos, especialmente en la fruta y la verdura.
A diferencia de la “máscara del embarazo”, que rara vez desaparece por sí sola, la “linea nigra” se va atenuando y acaba desapareciendo espontáneamente, sin necesidad de ningún tratamiento particular.
Hiperpigmentación
Hiperpigmentación
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