La aromaterapia, que consiste en tratarse con aceites esenciales, marcha viento en popa, especialmente entre aquellos que quieren aliviar sus pequeñas dolencias diarias de forma natural. La aromaterapia también se ha hecho muy popular entre los que tienen enfermedades crónicas como la psoriasis. Los pacientes, cansados de los tratamientos de la industria farmacéutica, de las citas con el dermatólogo o, simplemente, de su enfermedad, deciden complementar sus distintos tratamientos para la psoriasis con estos pequeños frascos que desprenden un olor más o menos fuerte al abrirlos.
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Es una mezcla compleja y concentrada procedente de una planta o una flor. Compleja porque un aceite esencial contiene decenas o incluso cientos de moléculas diferentes. Concentrada porque el aceite esencial contiene las moléculas más activas de la planta o flor. La mayoría de los aceites esenciales se aplican sobre la piel, generalmente mezclados con un aceite vegetal para evitar irritarla. Algunos aceites esenciales se toman por vía oral.
Ciertos aceites esenciales, como la lavanda, tienen propiedades calmantes que parecen ser bastante adecuadas para las placas de psoriasis. Independientemente del aceite esencial empleado en la aplicación local, puede ser útil realizar una prueba en el pliegue del codo para comprobar la ausencia de alergia. Los aceites esenciales para la psoriasis pueden ayudar a controlar mejor el estrés y reequilibrar las emociones, como, por ejemplo, el aceite esencial de tsuga. Hay muchas recetas disponibles en Internet, pero lo mejor es consultar con un farmacéutico o un naturópata especializado en aromaterapia.
Pero atención, los aceites esenciales para la psoriasis y todas las demás enfermedades no carecen de efectos secundarios y contraindicaciones. Siempre es mejor consultar con un profesional antes de lanzarse, y no olvidar lavarse bien las manos siempre después de usarlos.
Piel con tendencia psoriásica
Piel con tendencia a la psoriasis