Las curas termales suelen ser elogiadas por las personas con psoriasis, tanto si es de tipo cutáneo como articular. El termalismo es una medicina natural basada en cuidados como baños, envolturas, masajes... todos con el agua termal de la estación.
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Un agua termal puede ser más o menos rica en ciertos oligoelementos, lo que da lugar a diversas propiedades. El agua termal ideal indicada para el alivil de la psoriasis es al mismo tiempo antiinflamatoria y calmante.
Las curas termales para la psoriasis y el resto de enfermedades son recetadas por el médico por un período de tres semanas, ni más ni menos. Las instalaciones para el alivio de la psoriasis no están disponibles en todas las estaciones termales, tan solo en algunos establecimientos autorizados, ya que no todas las aguas termales son equivalentes entre sí. Además, algunas estaciones pueden aliviar las lesiones cutáneas de la psoriasis y otras combatir el dolor articular. La cura suele estar parcialmente cubierta por la Seguridad Social, quedando habitualmente el alojamiento, el transporte y todas las actividades fuera de la estación a cargo del paciente.
Los cuidados para el alivio de la psoriasis se realizan de lunes a sábado, por lo general durante unas horas por la mañana o por la tarde. El resto del tiempo puede aprovecharse para relajarse, visitar la zona, conocer a otros pacientes, participar en talleres... La cura termal actúa tanto en el cuerpo como en la mente. Estas tres semanas son una oportunidad para tratar la psoriasis, pero también para cuidar de uno mismo y aprender a quererse pese a la enfermedad.
En ocasiones se puede sentir un ligero cansancio poco después de iniciar la cura, es algo bastante normal: ¡la cura no es precisamente un tiempo de descanso para el organismo! También hay que tener en cuenta que la cura puede ser muy eficaz para algunos, y menos eficaz para otros, y que no sustituye a los otros tratamientos recetados por el médico.
Piel con tendencia psoriásica
Piel con tendencia a la psoriasis