El acné es una enfermedad de la piel muy conocida entre los adolescentes, ¡pero no exclusivamente! Muchos adultos también se ven afectados por ella y preferirían no sufrirla porque las molestias estéticas pueden repercutir en su entorno cercano, su familia, sus amigos o su pareja.
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La mayoría de las veces, el acné aparece en la adolescencia y persiste y/o reaparece durante la edad adulta; cuando no estaba presente en la adolescencia y se manifiesta durante la edad adulta, se habla de acné de aparición tardía.
El acne adulto afecta principalmente a las mujeres después de los 25 años. Pueden desarrollarse varias formas de acné: global cercano al acne juvenil, acné concentrado en la parte inferior de la cara en las mujeres y acné concentrado en la espalda en los hombres. Además de los granos dolorosos y molestos, las marcas residuales y los vestigios de acné pigmentario también resultan de lo más antiestético.
El acné se ve considerablemente influenciado por las hormonas, especialmente los andrógenos, hormonas masculinas que también están presentes en las mujeres. Factores como la menstruación, el embarazo o la ingesta de una nueva píldora alteran el equilibrio hormonal y pueden provocar un brote de granos. Algunas enfermedades, como el síndrome de ovario poliquístico, provocan un exceso de andrógenos y, por ende, acné.
El brote de acne en los adultos puede desencadenarse por el uso de cosméticos comedogénicos, productos profesionales o medicamentos. El estrés es un factor agravante.
El médico de cabecera o el dermatólogo pueden ayudar al paciente adulto a identificar y corregir las causas de su acné. Cuando esto no es suficiente, se suele recetar un tratamiento local y/o general, a veces complementado con sesiones de peeling o láser.
Cuidado con la isotretinoína oral, pues debe combinarse con un método anticonceptivo eficaz en las chicas jóvenes y las mujeres en edad fértil. La higiene y los cuidados son indispensables a la hora de tratar este acné. Hay cuidados específicamente formulados para la piel con tendencia acneica de los adultos que permiten luchar al mismo tiempo contra el acné y contra los primeros signos de la edad.
