Cuando la medicina tradicional tarda en actuar o se producen reiteradas recaídas de la enfermedad debido a su carácter crónico a pesar de seguir escrupulosamente un tratamiento adaptado, algunas personas ya no saben qué hacer con su dermatitis seborreica y se ven tentadas a recurrir a nuevas alternativas, en particular a un tratamiento natural.
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¡A veces uno ya no sabe qué hacer cuando sufre de dermatitis seborreica! Por eso, algunas personas prefieren recurrir a remedios más naturales.
La noción de los llamados “tratamientos naturales” es muy amplia y no significa lo mismo para todos. Entre ellos, se encuentran la homeopatía, a condición de verse acompañado por un especialista en esta disciplina, y los aceites esenciales, conocidos por sus propiedades antifúngicas o calmantes. Pero, ¡ojo! No sirve cualquier aceite esencial. También puede recurrirse a la fitoterapia, el uso de ciertos cosméticos… Hay muchos y en ocasiones resultan eficaces para algunos pacientes, aunque su eficacia no se haya confirmado fehacientemente hoy día mediante estudios científicos.
Además, existen otros métodos que no actúan específicamente en la dermatitis seborreica, pero que pueden ayudar a llevar mejor el estrés, la mirada de los demás o el impacto psicológico de la enfermedad, como la sofrología, la osteopatía, la hipnosis...
Hoy en día para algunos consumidores la búsqueda de una mayor naturalidad en sus tratamientos es constante y se está convirtiendo en un auténtico criterio.
Pero cuidado, tratarse de forma natural no es una garantía de eficacia y, a veces, ni siquiera de seguridad. ¿Qué hay más alérgico que el polen y más natural que el petróleo?
Así que los remedios naturales pueden ser una opción siempre que se utilicen con precaución, pues no hay que olvidar que la dermatitis seborreica es una patología crónica en la que cuesta conseguir un equilibrio terapéutico: por tanto, conviene siempre pedir consejo a su médico o farmacéutico antes de lanzarse.