La piel sensible y con tendencia al picor debe tratarse con cuidados adaptados, a veces como complemento de la medicación recetada por el médico. Aplicar una crema anti-picor permite aliviar rápidamente a la persona que se rasca. ¿Qué pomada anti-picor elegir?
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El picor puede obedecer a una gran variedad de causas, tanto dermatológicas como no dermatológicas. Al mismo tiempo, hay ciertos factores que favorecen el prurito y el picor:
Para aliviar el picor, las enfermedades de la piel que producen prurito como el eczema o la psoriasis deben recibir un tratamiento específico, como corticoides tópicos y cremas emolientes.
En caso de prurito no dermatológico o prurito senil(prurito que afecta específicamente a las personas mayores), es aconsejable aplicar una crema anti-picor.
Una crema anti-picor es eficaz si contiene uno o varios activos conocidos por sus propiedades calmantes y antipruriginosas. Este es el caso, por ejemplo, del polidocanol o del mentol. Como ocurre con los medicamentos, se realizan estudios clínicos para demostrar que la crema anti-picor produce una reducción significativa del prurito.
Las pieles con tendencia al picor son ante todo pieles sensibles. Para garantizar una perfecta tolerancia, una crema anti-prurito ha de ser hipoalergénica, sin perfume y sin sustancias nocivas o alergénicas.
La textura de la crema anti-picor también es importante. Una textura fluida y ligera deja una sensación de frescor que se agradece mucho en caso de picor.
En caso de prurito, hay que aplicar a diario una crema anti-picor. Si es necesario, se pueden realizar una o más aplicaciones adicionales durante el día. Para aumentar la sensación de frescor sobre la piel, conviene meter la crema anti-picor en la nevera.
Cuero cabelludo sensible