El acné es una enfermedad de la piel que depende de las hormonas sexuales masculinas denominadas andrógenos, siendo la más conocida la testosterona. En la pubertad, los niveles de andrógenos aumentan tanto en los chicos como en las chicas, lo que genera una superproducción de sebo y la aparición de granos de acné. Después de la pubertad, los niveles hormonales se normalizan en los hombres pero se mantienen muy fluctuantes en las mujeres.
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Como el acné depende de los andrógenos, siempre es, al menos en parte, de origen hormonal. Sin embargo, el término “acné hormonal” hace referencia más concretamente al acné de las mujeres adultas, relacionado con las variaciones hormonales del ciclo menstrual. ¡No se habla de acné hormonal en los hombres porque los hombres no experimentan cambios hormonales todos los meses!
Un gran número de mujeres sufren de acné hormonal y notan la aparición de acné antes de la menstruación o de granos durante la menstruación. Para muchas mujeres, los granos premenstruales son más eficaces que cualquier calendario y son el indicio de que el período está a punto de volver. Estos granos de acné hormonal se deben, en primer lugar, a la progesterona, que es mayoritaria durante la segunda mitad del ciclo y estimula la producción de sebo, y, en segundo lugar a la testosterona, que es mayoritaria al final del ciclo, cuando las hormonas femeninas se encuentran en su nivel más bajo. Los granos se concentran en la parte inferior de la cara. A algunas mujeres les salen granos en el cuello a causa de las hormonas.
Pero antes de hablar de acné hormonal, hay que eliminar todas las posibles causas de acné en los adultos: cosméticos inadecuados, medicación, entorno profesional...
En cualquier caso, la higiene y los cuidados deben ser adecuados para la piel acneica, basándose en cosméticos no comedogénicos. Desgraciadamente, los tratamientos convencionales contra el acné funcionan poco o nada en el acné hormonal. En algunos casos, la adaptación de los métodos anticonceptivos y el uso de una píldora menos androgénica pueden mejorar el aspecto de la piel.
Mucha gente cree que existe un vínculo entre la dieta y el acné hormonal. Al margen de estas creencias y a la espera de disponer de estudios más profundos sobre el acné hormonal, es importante cuidar el estilo de vida: llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio, gestionar el estrés…
El análisis hormonal se propone cuando el acné se acompaña de otros signos como la caída del cabello, la hiperpilosidad, un aumento de peso, ciclos irregulares, problemas de fertilidad… Este análisis permite detectar si existe un desequilibrio hormonal relacionado con el acné y los otros síntomas.