El eczema eritematoso: placas rojas en el cuerpo

EL ECZEMA ERITEMATOSO AGUDO: CUATRO FASES

Las placas de eczema son placas rojas mal delimitadas, es decir, con los bordes poco nítidos. El episodio de eczema o eczema eritematoso agudo comprende cuatro fases sucesivas:

• Una « fase eritematosa » durante la cual aparecen placas rojas.
• Una « fase vesicular » en la que aparecen vesículas muy pequeñas llenas de un líquido claro.
• Una « fase supurativa », también llamada eczema supurante, en la que las microvesículas se rompen, ya sea de forma espontánea o tras el rascado .
• Una « fase de costra », seguida de la desaparición de la lesión. Durante un episodio de eczema, no es posible individualizar estas cuatro fases, solo se perciben los síntomas del eczema, es decir, placas rojas, rugosas y con picor. La curación de las placas de eczema se realiza sin dejar cicatriz, salvo en raros casos en los que el rascado ha sido particularmente intenso.

EL ECZEMA CRÓNICO

El eczema crónico se caracteriza por un engrosamiento de la piel. Esta suele volverse más oscura y se cuartea. Las placas de eczema eritematoso crónico son más corrientes en niños grandes y adultos. Estas placas de eczema son más difíciles de tratar, pero pueden acabar desapareciendo de la misma forma que las placas de eczema agudo.

¿POR QUÉ TRATAR LAS PLACAS DE ECZEMA?

Los distintos síntomas del eczema, esto es, las placas rojas, los pruritos y la sequedad cutánea, causan muchas molestias a diario.
La aparición de placas rojas en el cuerpo y en la cara puede generar una pérdida de confianza en uno mismo y miedo a la mirada de los demás. Comenzar el tratamiento desde la primera plaquita de eczema permite acabar rápidamente con el episodio y mejorar la calidad de vida, además de evitar complicaciones como las sobreinfecciones.