La aparición de la psoriasis en las uñas es muy frecuente y afecta a en torno a un 50% de las personas con la enfermedad. También se la conoce como psoriasis ungueal; puede presentarse de forma aislada o acompañada con otras formas y en otras ubicaciones de la psoriasis, especialmente las articulaciones.
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La psoriasis ungueal puede afectar a una o varias uñas: se puede tener psoriasis en las uñas de las manos y/o psoriasis en las uñas de los pies. Las lesiones varían mucho de un individuo a otro: unas veces la uña puede presentar depresiones en forma de pequeños puntos, con aspecto de “dedal”; otras, la uña aumenta de grosor, se deforma, se va tiñendo... Todo esto resulta antiestético y doloroso. A veces hasta tal punto que coger objetos y realizar gestos de lo más corrientes se convierte en una ardua tarea.
La psoriasis de las uñas, al igual que las otras formas de psoriasis, suele llevarse muy mal. Es difícil ocultar la psoriasis de las uñas de las manos a no ser que llevemos guantes todo el tiempo. Y es difícil ocultar la psoriasis de las uñas de los pies a no ser que llevemos calcetines y zapatos cerrados tanto en verano como en invierno. El tamaño de las lesiones en las uñas es pequeño pero la incomodidad que producen enorme.
Para empezar, el dermatólogo debe confirmar el diagnóstico: esto es necesario, pues podría tratarse de otra enfermedad de las uñas como, por ejemplo, una micosis; después, debe evaluar la gravedad de la lesión y su impacto en la calidad de vida; y, para acabar, proponer una terapia adaptada, a base de tratamientos locales o incluso generales si las lesiones son demasiado importantes, demasiado molestas o van acompañadas de otras formas de psoriasis.
Cuando se tiene psoriasis de las uñas es necesario seguir algunas reglas sencillas a diario:
Piel con tendencia psoriásica
Piel con tendencia a la psoriasis