Hiperhidrosis por patologías: una causa habitual

La hiperhidrosis es una afección especialmente impactante que puede tener muchas repercusiones en la calidad de vida de quienes la padecen.

Las causas de la hiperhidrosis pueden ser múltiples. Por eso es importante consultar al médico, con el fin de identificar sus causas y aplicar soluciones para controlar la hiperhidrosis.
La diabetes, ciertas afecciones neurológicas o los cambios hormonales son condiciones que pueden ocasionar la aparición de un síntoma de hiperhidrosis.

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Contenido

La hiperhidrosis y la diabetes

Cuando se tiene diabetes, el nivel de azúcar puede bajar bruscamente en la sangre, lo que se denomina hipoglucemia. Esto suele provocar sudores fríos o una sudoración profusa, especialmente por la noche. Para combatir la falta de azúcar, el organismo secreta sustancias como la adrenalina y la noradrenalina, que activan los mecanismos de producción de sudor. De ahí que la diabetes y la sudoración excesiva vayan a menudo de la mano.

La hiperhidrosis y las hormonas

Existe una relación entre algunos desajustes o problemas hormonales y la sudoración excesiva.
Especialmente durante la menopausia, las mujeres pueden sufrir sofocos que suelen ir acompañados de sudoración, o sudores nocturnos caracterizados por una fuerte transpiración en todo el cuerpo. Los sudores nocturnos resultan particularmente molestos, ya que pueden interrumpir el sueño.

La hiperhidrosis y las afecciones neurológicas

Algunas afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis en placas o el ictus, pueden ir acompañadas de hiperhidrosis. La mayoría de las veces se trata de patologías que afectan al sistema nervioso simpático. Como es el mismo sistema que se encarga de producir el sudor, se puede observar un síntoma de hiperhidrosis.

El consumo de alcohol y la sudoración excesiva

El alcohol aumenta nuestro flujo sanguíneo y los niveles de azúcar en sangre. Por eso, el consumo excesivo de alcohol aumenta la sudoración.
Nuestro cuerpo percibe el alcohol como una toxina, por lo que hace todo lo posible para deshacerse de él, a través del hígado, la orina o el propio sudor. Por ello, en caso de sudoración excesiva, es importante reducir el consumo de alcohol e hidratarse bien, especialmente durante y después del consumo de alcohol.

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