¿Es necesario vigilar la alimentación en caso de eczema? ¿Es cierto que existe una relación entre el eczema y la alimentación? ¿y si el problema viniera del consumo de ciertos alimentos? A continuación, unos consejos prácticos.
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Hay que distinguir bien entre eczema y alergia alimentaria. Los dos fenómenos están asociados únicamente en un bajo porcentaje de los casos.
La alergia a las proteínas de la leche de vaca es la alergia más comúnmente esgrimida y afecta al niño en sus primeros meses de vida. El bebé tiene placas de eczema pero no es lo único: se muestra irritable, no crece, tiene problemas digestivos…
Existen complejos alimenticios que cuentan con un hidrolizado de proteínas o incluso tienen una preparación de aminoácidos y son aptos para niños con una alergia a las proteínas de la leche de vaca diagnosticada médicamente. En ningún caso están indicados para los bebés que sufren de dermatitis atópica clásica, es decir, no asociada a una alergia a las proteínas de la leche de vaca.
La diversificación alimentaria en niños afectados de eczema tiene lugar normalmente entre los 4 y los 6 meses.
Tanto en niños como en adultos, hay que evitar las dietas demasiado estrictas. Previa prescripción médica, se realiza una eliminación alimentaria y un estudio alérgico previo para establecer la posible relación entre el eczema y la alimentación. En este punto, puede ser interesante realizar una consulta dietética para buscar alternativas, aprender a leer las etiquetas o incluso minimizar el riesgo de carencias. Una alergia alimentaria puede curarse al cabo de los años, lo que permite levantar la prohibición alimentaria, o bien persistir durante toda la vida.
Pieles muy secas con tendencia al eczema atópico
Eczema