La gestión del eczema a diario requiere una higiene adaptada, un preludio esencial del proceso de cuidado. Elegir un jabón para el eczema a veces puede suponer un verdadero quebradero de cabeza porque la oferta es muy amplia. A continuación ofrecemos algunas claves que pueden servir de guía.
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Un jabón adaptado al eczema con frecuencia queda definido por lo que no contiene. En particular, no lleva perfume ni sustancias alergénicas. Un jabón para pieles atópicas debe contener un número limitado de ingredientes.
A diferencia de lo que podría sugerir su nombre, un jabón para el eczema no contiene moléculas de jabón. Es lo que se conoce como syndet o « jabón sin jabón ». Esto se debe a que las moléculas de jabón suelen ser demasiado agresivas y pueden resecar la piel.
En ocasiones se conservan las moléculas de jabón en los jabones para pieles atópicas, pero se añaden aceites vegetales a la fórmula para limitar la sequedad de la piel. En estos casos se habla de jabón supergraso para el eczema. En cualquier caso, conviene leer atentamente las etiquetas y elegir un jabón para pieles atópicas para luchar contra el eczema a diario.
Los jabones para el eczema pueden encontrarse en los siguientes formatos:
Los jabones para el eczema pueden utilizarse como cualquier otro jabón, bajo la ducha y en pequeñas cantidades. A la hora de aplicarlos, se debe utilizar la mano en lugar de un guante. Es imprescindible aclarar bien la piel y secarla con delicadeza efectuando toquecitos con una toalla suave.
Hay que evitar los jabones perfumados, al igual que los jabones tradicionales, como el jabón de Marsella y el jabón de Alepo. Es verdad que son 100% naturales, pero su pH es demasiado alto y sus numerosas moléculas de jabón tienden a resecar la piel.
¡Por supuesto! Los jabones para al eczema son adecuados para todo tipo de pieles, incluidas las más sensibles y las de los bebés.
