El picor es un trastorno dermatológico frecuente, que puede aparecer a cualquier edad, asociado a muchas causas cutáneas y no cutáneas. El picor en los brazos puede afectar a todo el brazo o a una de sus partes: picor en el antebrazo, el codo, la axila o la muñeca. El picor de brazos puede darse en uno o a ambos brazos.
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Las causas del picor de brazos pueden ser:
En el caso del picor en la muñeca, la presencia de lesiones cutáneas puede indicar una alergia al níquel que contienen algunas pulseras, un eczema atópico o una sarna.
Cuando se produce picor en el codo, la presencia de lesiones en el pliegue suele corresponder a un eczema, mientras que las de la parte exterior del codo se identifican con la psoriasis.
Sentir picor bajo el brazo y picor en la axila puede deberse a una alergia al desodorante. El picor de axilas también puede darse por la irritación provocada por la ropa, la sudoración, la depilación...
El picor en el cuerpo nunca resulta muy agradable. Al rascarse, a veces aparecen lesiones de rascado que pueden sobreinfectarse o dejar cicatrices, y que a su vez provocan picor. El prurito es un verdadero círculo vicioso que resulta difícil de romper hasta que se encuentra la causa inicial.
No siempre es fácil contener las ganas de rascarse cuando se siente picor en los brazos. Y es que los brazos son una parte del cuerpo muy fácil de rascar, incluso a través de la ropa.
Es conveniente consultar al médico para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados. En efecto, el tratamiento del picor de brazos depende de la causa.
De forma paralela, se pueden proponer algunos consejos a las personas que sufren de picor en los brazos: