Las personas con psoriasis suelen ser expertas en ocultar sus placas y su cuerpo, y lo hacen tan bien que a veces ni siquiera su entorno más cercano sabe a qué atenerse. En definitiva, ¿qué es la psoriasis? ¿Cómo es una crisis o un brote de psoriasis? ¿Cuáles son los síntomas de la psoriasis? Conocer mejor esta enfermedad permite gestionarla mejor, aceptarla mejor y superar numerosos prejuicios. El primero es pensar que no es una verdadera enfermedad: “todo está en la mente”, “es un capricho”… ¡¡Por supuesto que no!! ¡¡Los síntomas de la psoriasis son muy reales!!
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El síntoma de la psoriasis que más se ve son las placas de psoriasis.
Unas placas rojas por abajo y blancas por arriba que pueden ser más o menos extensas. El “código de color” depende de los mecanismos que se producen en la piel.
Arrancar las escamas resulta muy tentador, pero no hará que las placas desaparezcan más rápido. ¡¡Al contrario!! Al rascarnos y arrancar las escamas estamos evitando que la piel se repare y cicatrice, manteniendo los síntomas, y todo el brote de psoriasis vuelve a empezar…
Otro síntoma de la psoriasis menos visible pero igualmente importante es el picor asociado . La piel está cubierta de terminaciones nerviosas para reaccionar al calor, el frío, el dolor... En caso de psoriasis, estas terminaciones nerviosas se encuentran alteradas, lo que hace sentir cosquillas, picor, tirantez, calor, ardor y ganas de rascarse. En todas partes y todo el tiempo, incluso por la noche. Es imposible contenerse y tampoco es posible soportar cómo nos miran los demás cuando nos rascamos.
Genera desconcierto, vergüenza, miedo a vernos juzgados... Con toda esta mezcla de sentimientos solo tenemos ganas de una cosa: volver a casa, aislarnos, ¡y rascarnos todavía más!
Otros síntomas de la psoriasis se presentan de manera individual:
La psoriasis es una enfermedad crónica. Sin embargo, los distintos síntomas de la psoriasis no están presentes en la piel de forma permanente. Van y vienen en forma de crisis de psoriasis más o menos graves, que suelen evolucionar en función de las condiciones ambientales, de la mejor o peor aplicación del tratamiento, del rascado más o menos intenso... Algunos brotes de psoriasis son más graves que otros y determinadas estaciones o actividades encierran mayores riesgos que otras.
El médico conoce los síntomas de cada enfermedad y gracias a este saber puede diagnosticar una enfermedad en vez de otra. La psoriasis suele diagnosticarse a primera vista ya que sus síntomas son típicos. En este caso se trata de un diagnóstico clínico.
Pero en ciertas ocasiones, los síntomas de la psoriasis pueden evocar otra enfermedad. Se requiere entonces realizar un diagnóstico diferencial.
Pero, ¡cuidado! No siempre se trata de una u otra, a veces es simplemente posible acumular varias enfermedades de la piel.
Es mejor evitar sacar conclusiones precipitadas, compararse con el vecino o pedir consejo en foros. El dermatólogo es el único en poder confirmar si se trata de una u otra enfermedad.
En resumen, la psoriasis en su forma cutánea se manifiesta a través de placas rojas y blancas que producen picor.
A las personas que no padecen esta enfermedad de la piel, esta breve descripción puede darles la impresión de que la psoriasis “finalmente no es nada” o que es “poca cosa”, mientras que para las personas que la sufren suele ser todo lo contrario.
Las placas son visibles, hacen que la piel se sienta incómoda, perturban el día a día y las relaciones con los demás. Los síntomas de la psoriasis alteran mucho la calidad de vida.