La dermatitis seborreica o seborrea es una enfermedad común de la piel y el cuero cabelludo. Se trata de una patología benigna y sin gravedad, pero puede resultar molesta y afectar considerablemente a la calidad de vida debido a sus manifestaciones. Se caracteriza por la presencia de placas rojas cubiertas de una caspa blanca o amarillenta en las zonas donde la piel y el cuero cabelludo son grasos.
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Las lesiones se desarrollan en las llamadas “zonas grasas” de la piel, donde la secreción de sebo es más abundante. Las zonas más afectadas son el cuero cabelludo, el surco entre la nariz y las mejillas (conocido como “surco nasogeniano”), así como las cejas y el espacio entre ellas, o incluso el torso. En un mismo paciente, la dermatitis seborreica no siempre se limita a una única zona y puede afectar a varios lugares.
La dermatitis seborreica del cuero cabelludo es la forma más común de la enfermedad En el 95% de los casos(1) de dermatitis seborreica, el cuero cabelludo se ve afectado, solo o junto con otras áreas (cara, torso...).
Se caracteriza por un estado descamativo difuso, con la presencia de una caspa grasa, amarillenta y pegajosa en el cabello, a menudo combinada con un exceso de sebo, un eritema o rojeces y picores muy intensos. Pero también puede manifestarse como una caspa seca en el cuero cabelludo.
La dermatitis seborreica en la cara es la forma más evocadora de la enfermedad. Aunque es menos común que la dermatitis seborreica del cuero cabelludo (el 95% de los casos(1)), la cara se ve con todo afectada en más del 60% de los casos(1) de dermatitis seborreica. Las escamas o pequeñas placas de piel pueden ser más o menos importantes en la cara, son grasas y a veces presentan costras. El picor en la cara es menos intenso que en el cuero cabelludo.
La dermatitis seborreica del torso es mucho menos frecuente que la dermatitis seborreica de la cara (un 60% de los casos(1)) o del cuero cabelludo (un 95% de los casos(1)), pero afecta a cerca del 30% de los pacientes con la enfermedad(1). Provoca la aparición de placas rojas y escamosas en medio del pecho y, con menor frecuencia, en la espalda.
Las manifestaciones visibles de esta enfermedad son suficientes para el médico a la hora de establecer el diagnóstico. Sin embargo, en algunos casos, las lesiones pueden ser similares a las de la psoriasis, el eczema o la rosácea.
Por tanto, en ocasiones puede resultar difícil diferenciar estas tres patologías:
Cuando la dermatitis seborreica afecta a los lactantes, se habla entonces de costra láctea (ENLACE SILO COSTRA LÁCTEA). Aparece desde las primeras semanas de vida. Al igual que la dermatitis seborreica de los adultos, se debe, entre otras cosas, a una levadura del género Malassezia que se desarrolla en cantidades excesivas en la piel de ciertos bebés.
Hay tres tipos de dermatitis:
En los lactantes, se recomienda utilizar productos específicos adaptados para tratar la costra láctea.
(1) Misery L. Dermatite séborrhéique. EMC - AKOS Tratado de Medicina. (2011), págs. 1-5