Cuando su médico determine que usted tiene dermatitis seborreica, elegirá el tratamiento más adecuado en función de su estadio y ubicación. Los profesionales de la salud cuentan con una multitud de tratamientos a su disposición, incluyendo fármacos que a veces requieren receta médica y productos dermocosméticos.
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El tratamiento de la dermatitis seborreica se basa en tres objetivos:
Todos los tratamientos para la dermatitis seborreica son muy eficaces contra los síntomas, es decir, durante las fases de brote. Sin embargo, a día de hoy no existe un tratamiento que permita curar definitivamente la dermatitis seborreica. Al tratarse de una patología crónica y recidivante, las recaídas son casi sistemáticas, por lo que se debe recurrir a los tratamientos cada vez que sea necesario.
La cronicidad de la dermatitis seborreica requiere que el paciente aprenda y acepte vivir con ella. Conocer la enfermedad, reconocer los síntomas, comprender y seguir el plan terapéutico recomendado por el médico no es fácil, pero constituye la clave para un tratamiento óptimo.
Existen varias alternativas para tratar la dermatitis seborreica. Cuando se recurre a un fármaco, es esencial incorporar un acompañamiento dermocosmético para evitar posibles recaídas precoces.
Los productos dermocosméticos a veces pueden ser suficientes por sí solos, dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de su ubicación.
Hay diferentes formas de tratar la dermatitis seborreica dependiendo de la ubicación de la enfermedad y su gravedad. Los tratamientos para la dermatitis seborreica pueden presentarse de diferentes formas y su aplicación depende de la ubicación de los síntomas:
Entre los tratamientos disponibles figuran varias familias de medicamentos:
Los antifúngicos suelen recetarse como medicamento de primera línea. Inicialmente se utilizan como tratamiento de ataque durante la fase de brote y, a continuación, como tratamiento de mantenimiento con frecuencias de aplicación reducidas para limitar al máximo el riesgo de recidiva.
Actúan localmente reduciendo la concentración de levaduras del género Malassezia en las lesiones. Hay dos principales categorías de antifúngicos:
El sulfuro de selenio también puede utilizarse para tratar la dermatitis seborreica del cuero cabelludo por su acción en las levaduras.
Los dermocorticoides o corticoides tópicos son cremas a base de cortisona que se utilizan por sus propiedades antiinflamatorias en la piel. Se aplican en una capa fina efectuando un ligero masaje para facilitar su absorción.
A menudo se recetan como complemento de un tratamiento antifúngico. En un breve período de tiempo calman la inflamación y las rojeces, y logran atenuar el picor.
El gluconato de litio también está indicado para tratar la dermatitis seborreica de la cara. Se receta por su acción antiinflamatoria, y también se le atribuye una acción en las levaduras del género Malassezia.
En lo que respecta a los fármacos contra la dermatitis seborreica, hay muchos productos dermocosméticos disponibles en las farmacias. Pueden ser recomendados por el médico como monoterapia pero también como complemento o sustitución de un tratamiento médico.
Los hay de diferentes tipos:
Además del tratamiento médico o dermocosmético recomendado por el médico, para optimizar su eficacia y el estado de la piel, conviene adoptar a diario unos simples gestos de higiene.
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