La forma más común y más conocida es la psoriasis en placas, que afecta esencialmente a las zonas de fricción como los codos, las rodillas, la espalda… ¿Pero sabía que existe otra forma de psoriasis totalmente opuesta? Se trata de la psoriasis invertida o flexular.
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Se trata de una forma de psoriasis que no afecta a las zonas de fricción sino más bien lo contrario, es decir, a los pliegues. De hecho, se utiliza el término psoriasis invertida o inversa para distinguirla bien de las otras formas de psoriasis, aunque puede coexistir con otros tipos de psoriasis. Las placas de la psoriasis inversa pueden instalarse en todos los pliegues del cuerpo: bajo las axilas, en el ombligo, en los pliegues más íntimos (pliegue entre las nalgas, pliegue de la ingle, pliegue bajo el pecho), lo que puede causar molestias y vergüenza a la persona que la padece.
En los bebés, la psoriasis inversa se conoce como “psoriasis del pañal”, ya que las placas aparecen en la piel que se encuentra directamente debajo del pañal.
Las lesiones de la psoriasis invertida o inversa no se parecen a las placas de la psoriasis “clásica”. Suelen ser muy rojas y muy inflamatorias, y no presentan escamas en su superficie. Esto se debe a la mayor humedad local en los pliegues en relación con el resto del cuerpo. El picor es intenso. Las placas de la psoriasis inversa a veces se asemejan a una micosis de los pliegues, pero el ojo experto del dermatólogo suele distinguir las dos muy rápido.
En caso de duda, es mejor consultar en vez de untarse cremas y lociones antifúngicas, que pueden irritar la piel y agravar la psoriasis. El tratamiento depende de la extensión y la gravedad de las lesiones. Si se administra un tratamiento local, hay que evitar las pomadas o cremas demasiado ricas, ya que aumentan el riesgo de causar irritación y maceración en los pliegues.
Piel con tendencia psoriásica
Piel con tendencia a la psoriasis